jueves, 1 de mayo de 2014

La muerte





La muerte se esconde a la vista de todos de tan cotidiana, pero cuando te sale al paso y las entrañas se te enjutan, de golpe te acordás lo que duele, lo que desarraiga el corazón y lo echa a lugares del alma que jamás haz recorrido.  La muerte, de extraña pasa a ser propia cuando es tu sangre la que está frente a vos en una caja.  La muerte, llega y se queda, se vuelve huésped indeseado, se acuesta con vos, te mete los dedos en los sesos y te hace soñar con anhelos, te confunde y creés que son recuerdos.  La muerte, nos hace humanos, nos inocula miedo, después de ella, cada vez que nos despedimos de los que amamos, no podemos evitar querer con toda el alma que no sea la última despedida y soltás un “los amo”; suave, profundo, y va en él, la vida, por si la muerte llega.

Pequeña muerte...

Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...