Columna de hoy: http://www.s21.com.gt/itaca/2015/11/20/upaiz-reves
La crisis en el sistema de salud es un efecto, y la apertura de un
preventivo en la zona 17 dentro de otro cuartel militar, es un defecto.
Algunos de los que fueron trasladados al Mariscal Zavala,
precisamente son los responsables de la actual crisis en el sistema de
salud, y me atrevo a asegurar que llegará otra… Siempre ha sido un
secreto a voces el poder que se ejerce detrás de las rejas por jefes
mafiosos, mareros y exmilitares, por lo que no hay que asombrarse de la
capacidad que aún tienen los exmandatarios para hacer que las
autoridades gubernamentales obvien la ingente necesidad de invertir en
que los enfermos de los hospitales nacionales NO MUERAN, COMAN,
SOBREVIVAN.
El Ministerio Público debe actuar de oficio, más allá de que los
traslados sean una cuestión administrativa, el momento en el que se
realizan, drenando recursos por demás esquilmados por los mismos que
guardan prisión, convierte la acción de la cartera del Interior en un
despropósito, una burla y una afrenta contra la ciudadanía.
Con los millones que se gastaron en el Mariscal Zavala y con los que se gastarán en el Matamoros, se podrían salvar vidas.
Al mejor estilo del surrealismo guatemalteco, quienes se encargaron
de desvalijar al Estado, siendo el Ministerio de Salud solo uno de los
frentes de los saqueadores, ahora se ven beneficiados por quienes no
pueden acudir a los hospitales porque están en la ruina financiera, la
ciudadanía a la que le robaron es la que les paga una mejor estadía en
prisión. Además de una torpeza política, porque el timing en que
realizan tal acción es totalmente desfasado con la carente realidad
nacional, pareciera que el “sistema” sigue intacto.
Para terminar de adornar este barroco, se levantan voces pidiendo que
se termine la gratuidad en la salud. Sinceramente hemos perdido el
rumbo, y quienes intentan resolver con desvergüenza lo que debería
resolverse con verdad, justicia y responsabilidad, puede que estén
acortando la mecha al mínimo; cuando la gente desesperada, no
organizada, no manipulada, no instrumentalizada, explote: llorarán su
ineptitud o su avaricia.