y el búho calla
mientras el buitre abre sus alas
y paciente se calienta,
todo comienza de nuevo
qué ave caerá hoy
por rara
en qué barranco olvidado devorarán sus entrañas:
nuestra patria se alimenta
y vivimos con la felicidad como placebo
aunque el mendigo nos bañe al pasar con su baba
salada, amarga y cierta,
ignorado leviatán:
un día, el búho cantará
por todos los buitres,
ojalá quede cielo
y clarineros.
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