martes, 15 de marzo de 2011

Al que me cague le devuelvo su mierda y punto.




Uno de los actos más grandes de hipocresía es el de darle la razón al cliente.  Los fukings clientes no siempre tienen la razón, si se las dan no es porque la tengan, sino porque quieren algo de ellos, su dinero, su frecuencia como cliente, pero el mesero del bar, el dueño del bar y quizá hasta otros clientes lo único que quieren es plantarle un par de pescozadas por insufrible.

Resulta que para llevar la fiesta en paz no hay que ser confrontativo, sino que actuar como si estuviéramos dando “atención al cliente”, es decir, guardarnos lo que pensamos y sentimos y darle la razón a cualquier pendejo. Lo siento pero NO.  Si a alguien le molesta cuando las cosas se dicen como son, que uno diga lo que piensa, que uno luche por lo que cree, pues que se joda.

Si por ser cabal, por atesorar la dignidad y los ideales algún ignorante cree que eso es ser confrontativo, pues que se joda igual.  El país ya no aguanta más falsedad.  Ahora resulta que la política del gallinero es la que debe guiarnos, es decir, si estás arriba te podes cagar en quien sea, si estás abajo te aguantas, pues otra vez NO.  Al que me cague le devuelvo su mierda y punto.  Si eso es ser confrontativo, pues sí, lo soy, hay que serlo, de lo contrario sería un autómata conformista.

Si pienso que algo no está bien, lo digo, porque lo siento, si no tengo la razón, eso no importa, lo importante es ser consecuente con lo que soy.  Basta de incongruencias.


lunes, 14 de marzo de 2011

"cuídense gigantes"



El oficio de Quijote tiene mucho de noble, mucho de atípico y particular, pero también mucho de solitario.  Ser idealista y soñador está pasado de moda, eso quedaba bien en el siglo pasado y mucho mejor hace dos siglos.  Olvidarse de las necesidades de la vida material y correr persiguiendo quimeras, es síntoma de bobería.
Es un peligro esto de enloquecer y creerse héroe, abandonarlo todo, incluso a sí mismo, y echarse a los caminos a buscar camorra, involucrarse en aventuras, a veces cómicas, infantiles, creyéndonos hombres nuevos y esas cosas que solo “uno” fue capaz de hacer en serio.   Sin embargo esto de “desfacer agravios” ayudar a los desfavorecidos y desventurados es maña que aprendida, jamás se ha de olvidar.
Así que cuídense gigantes porque nadie me engaña, ustedes no son simples molinos, son gigantes que hay que destruir.

domingo, 13 de marzo de 2011

¿A quién creen ustedes que se jode el Sistema?



De la manera en que Weber definió El Poder, es decir, la capacidad que B haga lo que quiera A, es algo que solo pueden detentar los que están arriba de la pirámide, sea esta económica, cultural o de capacidad coercitiva.  Pocos los están, el Sistema está diseñado para que así sea.
Sin embargo, según Holloway hay otro tipo de Poder, el de “poder hacer”.  Este tipo de Poder lo poseemos todos.  Por supuesto se inscribe en el ámbito de lo ideal en cuanto a su realización de manera sustantiva, porque lo ejercemos ignorantes de su valía y por lo tanto, lo ejercemos sin una direccionalidad y sin sumatoria organizativa que pudiera reconfigurar el “status quo”.  Sin embargo, es una fuerza latente que permanece controlada como el Uranio en las plantas nucleares, controlado por el Sistema.  No vaya a ser que nos demos cuenta de él.
Por ejemplo, todos tenemos la capacidad de decir NO, no a la falta de contenido y al clientelismo en los partidos políticos, imaginémonos una votación donde la mayoría de los votos fuesen nulos, se daría un mensaje poderoso a la clase política, sin embargo el Sistema está diseñado para que alguien gane, y ganaría quien recibiera más votos, no sería un ganador representativo, pero si legitimado por un proceso electoral y por el sufragio en sí mismo.
O qué sucedería si utilizáramos el No de otra manera y los poseedores de tarjetas de crédito decidieran no pagarlas más por los abusivos intereses que nos cobran, nuevamente el mensaje a la banca sería poderoso, pero al final nos pondrían una y mil opciones para negociar el pago, hasta ponernos cuotas semanales de 3 pesos para poder pagar la usurera deuda que han empollado suciamente.
Si de pronto los usuarios del transporte decidieran decir NO al maltrato de choferes, a la alta velocidad, al mal servicio y estado de las unidades, y en un acto de utilización de su “poder hacer”, no usaran ni una sola unidad de transporte urbano, se crearía un caos en la ciudad, filas de gente caminando y pidiendo “jalón”, caos en los lugares de trabajo, públicos y privados.  Otro mensaje poderosísimo, que se arreglaría con una comisión que acuerda la mejora del servicio, el trato y etcéteras, para que todo vuelva a la normalidad.
Pareciera que yo mismo demerito el “poder hacer”, diciendo que existe, se puede ejercer, pero que al final la historia siempre termina igual.  Pero NO, lo que intento decir es que ese “poder hacer” debe trascender al Sistema, esto plantea prácticamente hombres y mujeres nuevos, con conciencia de las causas estructurales de los problemas en el país, más allá de hipócritas posiciones partidarias, de clase o lo peor, más allá de buenas voluntades o actitudes filantrópicas.  Cuando el “poder hacer”, nuestro “poder hacer” colectivo se le plante al Sistema, el Sistema se jodió, mientras tanto a quién creen ustedes que se jode el Sistema.

domingo, 6 de marzo de 2011

Pasaron de dar hueva a dar rabia...




Si al andar por ahí usted se emputa al ver tanta mierda que sucede en nuestro “bello y horrendo país”, tómese unas pastillitas para la RABIA, de lo contrario va a caer redondito cual penca de guineos víctima de un soponcio.
Así va la cosa, por las mañanas, debe tomarse una pastillita antes de desayunar y si no acostumbra desayunar sino salir corriendo, pos aunque sea con el café, esto para que no le den nauseas cuando vea tanta chingada valla anaranjada en la ciudad.
Si se va por las carreteras del país, a visitar a algún familiar en los departamentos o simplemente anda abriendo la boca fuera de la ciudad, tomarse una pastillita antes de salir también, para que no se empute tanto al ver palabras y colores sagrados en vallas de un señor al que se le safó un tornillo.
Si va a ver la cajita que apendeja, sí, esa, la tele, recétese un par de pastillitas pa aguantar su programa favorito, a menos que el discovery esté sin cortes.  Si lo que quiere es escuchar su emisora de radio preferida, también pastillita, porque cada dos por tres sale “Garibaldi” queriéndole ganar terreno a “Mono de oro”, pasaron de dar pena a dar rabia.
Y señoras y señores, compañeras y compañeras, esta vaina ni siquiera ha empezado… puff, compraré por libra las jodidas pastillitas…

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...