lunes, 8 de junio de 2015

Entumecimiento o embrutecimiento democrático?





En la novena avenida ya se preparó el placebo, en la sexta, ya los gringos pusieron tranca en la puerta, y por ahí donde venden espectaculares “shucos”,  ya se dieron por servidos con no salir manchaditos.  Luego, Iglesias, organizaciones, universidades, notables, periodistas y, sobre todo, clase media y los indignados de otros estratos: podemos decir misa.

Los llamados a paro nacional se hacen desde posiciones que no pueden convocarlo o sostenerlo, el hambre es canija y cada quien piensa en las bocas que tiene que alimentar, nadie se anima.  Los que pueden “perder” millones, no se atreven, no por lo que perderían en un paro, sino por los actores que saldrían favorecidos y que les podrían hacer perder pisto en serio.

Al parecer, las elecciones van, las reformas también, pero para la próxima…  Por otro lado, parece ser que el nuevo gobierno no la tendrá fácil con nadie.

No sé si es soberbia, costumbre, entumecimiento democrático, o embrutecimiento democrático, pero pareciera que dejamos que las aguas vuelvan a su nivel y sigan su curso de impunidad, indolencia y cinismo.

Lo que pase el 13, las nuevas revelaciones de la CICIG, y el cálculo de Washington, será lo que defina la coyuntura en las próximas semanas.  La lección, saber que hay que ser ciudadanos democráticos siempre, observar y participar siempre.

viernes, 5 de junio de 2015

Sicarios intelectuales...






Nuestra política sigue siendo burda.  Las “grandes” jugadas de los excelsos estrategas, ofenden la inteligencia.  Luego del asesinato del abogado Palomo, lo menos que se podía esperar era recato, pero no, el plan siguió igual, total, no es la primera vez que se marcha sobre la sangre de alguien (si es que eso no era parte del plan), ojalá que esto sirva para que entiendan los “orgánicos”, porque ante los intereses todos somos prescindibles…

Alguien ataca, otros se echan la culpa, los “sicarios intelectuales” observan: mientras tanto, lo robado, robado está; la impunidad se afila los dientes y Guatemala sigue más o menos igual.

Toca no parar, toca para empezar; reformar, toca seguir hasta transformar.

jueves, 4 de junio de 2015

Capos y mercaderes tienen secuestrada a la política.




Este despertar debería ser la normalidad, lo anormal, dejar que el país haya llegado hasta donde se encuentra.  El poder político, económico y cultural está lejos de ser tocado con reformas que deben decidir quiénes son parte del cuestionamiento, el problema y una de las causas del desasosiego.  Es como querer amarrar chuchos con longanizas.

El reto radica en ya no dormirse más y apuntar hacia lo estructural, de manera meditada, responsable y constructiva.

El derrotero legal de la actual situación tiene los caminos marcados, a menos que realmente se sumen amplios sectores de la sociedad guatemalteca, habrá reformas que no se aplicaran a las elecciones del presente año, habrá elecciones y a Otto Pérez Molina le dará tiempo para limpiar lo que haya que limpiar hasta el 14 de enero del próximo año.

La clase política debería entender el hartazgo que siente la población, la indefensión, la falta de confianza en todo lo que digan.  Defender la reelección, sea una cuestión constitucional o no, seguir con la retórica que no esclarece la opacidad de sus fuentes de financiamiento, no aceptar que capos y mercaderes tienen secuestrada a la política, y que es momento de que la ciudadanía la recupere; pues es el acto de negación de aquel que se sabe perdido.  A la clase política solo le quedan dos caminos, escudarse en lo jurídico y reprimir el pensamiento que los trasciende, o estar a la altura de las circunstancias y avanzar, aunque sea un paso, en el fortalecimiento de la democracia guatemalteca y el esfuerzo civilizatorio que nos lleve a otra Guatemala.

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...