Morirse de hambre
tener en la memoria el olor y el sabor de aquel bocado
babear pensándolo
comerse los recuerdos
la punta de los dedos
el alma
y morirse de hambre:
así se muere de ti.
Morirse de hambre
tener en la memoria el olor y el sabor de aquel bocado
babear pensándolo
comerse los recuerdos
la punta de los dedos
el alma
y morirse de hambre:
así se muere de ti.
Aquí hay llovido muchas veces, muchas
tantas
que no alcanzan nuestros cuerpos a tanto empapo:
de sangre
de olvido
de mañana sin nosotros
de nosotros sin presente.
Querer repetir la belleza que nos asombra
se vuelve
una obsesión hermosa,
buscando a
diario el retoño
la flor
el aroma,
buscando la
temperatura y la humedad adecuada para el color y la forma:
ambrosia de
los sentidos.
Quizás sea
una buena manera de terminar el camino.
Repetir el paisaje es tanto como querer repetir eso que me embriaga de ti cuando estamos juntos y me dejas navegarte.
Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...