El crimen perfecto ha sido
cometido, sí, los que idearon, construyeron y mantienen el Sistema lo
atestiguan, con su vida, nuestra vida, que no es más que un dato, con las
conspiraciones impensadas, con los avances que más bien son retrocesos, con las
puestas en escena que tienen finales predecibles.
Es tan perfecto el crimen, que
los que vivimos en esta caverna incluso la amamos, amamos a los medios de
comunicación, amamos nuestra desgracia y todas las penurias que puedan existir
tienen como esperanza al propio Sistema.
No. Las cosas No son así, están
así, diría Paulo Freire, (y las vamos cambiar).
Ojalá.
“En el mundo de las cavernas, los
prisioneros se dan honores y elogios unos a otros, y recompensas a aquel que
percibe con más agudeza las sombras, al que mejor recuerda el orden en la
sucesión de la sombras y al que es capaz de adivinar las que van a pasar”.
Aguas diría Platón...
Los que nos la llevamos de
subversivos, de rebeldes, de río arriba, debemos estar claros contra qué o
quiénes es el asunto, de lo contrario andaremos dando pescozadas al aire, o
peor aún, sirviendo estúpidamente y haciéndole honores a los dueños de
“nuestra” caverna. Formando a los nuevos
hombres y mujeres “sombras”, elogiando a lobos con piel de oveja, o a lobos a
secas.