viernes, 27 de abril de 2012

Perdón hijo, perdón.





No puedo verte a los ojos sin sentir vergüenza, me falló el cálculo, me están quedando grandes los sueños, que vil y bajo me siento, y si sonríes es peor, me mata tu inocencia, tu pureza, tu libertad.

Perdóname hijo por no encajar en este mundo, por estar equivocado, por no ser como todos, por no hacer lo que todos.  Te pido perdón porque son momentos difíciles y serán peores, y yo, yo seguiré siendo el mismo terco y obcecado que quiere cambiar el mundo, darte lo mejor de manera honrada y hacer que valga más la ternura que la vileza.

Perdón porque no entiendo eso de la deuda política, no entiendo por qué se ensañan, no entiendo por queé no dicen la verdad, por qué muchos sonríen y traicionan, extienden la mano para halarte y clavarte un puñal en la sien, se arrastran como reptiles y te muerden en lo oscuro de sus posiciones, hacen la pantomima del sacrificado, abnegado y autentico salvador del pueblo, y no son más que hipócritas y cretinos hombres grises, mujeres grises.

Me apena mi suerte, tu hambre y tu frío, pero aún con el llanto en los ojos y un nudo en la garganta, no puedo dejar de pensar en los más, en los que votan, en los que votarán, en los que pagan, en los que pagarán, en los que engañaron en los que engañaran.  Los “más” con hambre de siempre, con ojos como los tuyos viéndolos desde siempre; y casi seguro estoy, para siempre.

Perdón hijo, perdón.

lunes, 23 de abril de 2012

Con los libros aprendés a que lo que digas de vos lo decís de los demás...




Los libros, los libros, los abrís y nunca más volvés a ser el mismo.

El amor por ellos es como todos los amores, al principio, los primeros libros, causan emoción, placer, ansiedad, luego te vas curtiendo un poco y te volvés más selectivo, las explosiones dentro tuyo al leer, son controladas.  Al final, ya es un acto elegante, desprovisto de pueriles deseos, con paciencia y sencillez; se camina, se llega a las entrañas de cada historia, de cada personaje.  Hasta se disfruta regresar unas cuantas páginas para releer un vericueto, no es preciso terminar rápido, mejor si no termina.  Las últimas hojas van despacio, lento, casi estirando cada párrafo, cada página.

Hay personajes que nos acompañaran siempre, de cuando en cuando los vemos por la calle y sonreímos tontamente, solo nosotros sabemos que acabamos ver al mismísimo Harry de Hesse, siendo distinto, encontrando puertas extrañas, puertas que nos llevan a teatros mágicos, puertas que nos hacen dejar tras nosotros “este teatro trágico que es la patria”.

Otras, el viejo Santiago se nos planta despacito frente a nuestros minúsculos problemas, y nos damos cuenta que es bueno tener “suerte”, pero lo mejor es estar preparado.  Habrá estado preparado Hemingway en esa hora mortalmente suya, solo él lo supo.

Y qué decir de los hombres grises de Michel Ende, que envida de Momo, tanta falta que nos hace por estos días su inocencia y su sencilla manera de hacer que nos entendamos, su sencilla manera de “escuchar”.  O deplano mejor recurrimos a Nietzche y empezamos de una buena vez a vivir sin miedo, sin Dios, en paz.

El puño de Dios no existió, pero igual se invadió Irak.  Esta vez los “Chacales” de Forsyth fulminaron a su objetivo.

Valentín Trueba ya no vaga por el Petén, pero de cuando en cuando se ve a un compa que se le parece y cuenta historias de lagartos, inundaciones y leones peteneros.  Otto René nos grita a la cara en cada pie descalzo, en cada actitud servil inoculada en la sangre de nuestros hermanos.

Con los libros aprendés a que lo que digas de vos lo decís de los demás, porque ellos tienen lo que vos y cada átomo de nuestro cuerpo es de todos también, así lo dice Whitman y según yo no se equivocó.  En fin, los libros, los libros, los abrís y nunca volvés a ser el mismo.

lunes, 9 de abril de 2012

La estúpida reincidencia está rondando siempre el corazón.




Cuando dos soñadores se encuentran, empieza todo, cuando los sueños quedan lejos, todo termina en un incomodo silencio.  Se parece a las eternas historias de encuentros y desencuentros, de amores y desamores en la izquierda guatemalteca.  Nos encontramos, nos enamoramos, no sabemos pelear juntos, nos peleamos, nos distanciamos, nos reencontramos y vuelta a empezar.

Mientras dura siempre es hermoso, las buenas intenciones, las consignas y los sueños revolotean en cada paso, en cada idea, en cada mesa y sobremesa. Luego nos vamos perdiendo en pequeñitas batallas, que son las únicas en las que salimos victoriosos, en pequeñitas batallas que nos alimentan diariamente: aunque el límite sea el cielo.

Silencio no significa estatismo, estar callado pensando en los otros no significa dejar de respirar, pero igual se siente como si todo se hubiera parado por un momento largo, el dolor duele más, los sollozos son más limpios y la estúpida reincidencia está rondando siempre el corazón.

sábado, 7 de abril de 2012

"El que no está conmigo está contra mí"




Pst, pst, dicen que sos el hijo de Dios, que mañana resucitás, yo que vos lo pensaba dos veces...  Los que dicen ser tus seguidores pecan de lo lindo y luego ponen cara de arrepentimiento, pero es puro cinismo.  La mayoría de tus "apóstoles" viven en sentido contrario, la pobreza y el amor al prójimo, les importa tanto como conservarse célibes.

Los políticos te nombran, y bueno, según los entendidos, blasfeman, porque es en vano que te invocan. Te usan, como usan a cualquiera.  Los padres de familia casi te ponen en la misma categoría que el Cuco, nada más que pa asustar a los chilpayates.  Los estafadores se rellenan el ego y los bolsillos con sendos montajes, son “super stars” de la fe.

Los líderes mundiales se cuidan de mencionarte apropiadamente, según la cultura del país al que invaden o saquean.  Los que son menos hipócritas dicen que Calvino les dio permiso pa hacer pisto, los que no, todo lo dejan en el dogma y los pelendengues del Santo Padre. (Dicho sea de paso, te paso el chisme que este último, el Pastor Alemán, no puede competir con el simpático de Karol).

Te rezan los asesinos, te rezan los familiares de las víctimas, te rezan los mentirosos, te rezan los canallas, te rezan los genocidas, te rezan los judas, ahora también fariseos te rezan, partidarios de Herodes, pero los que más, los partidarios de Pilatos.  Dijiste alguna vez: "El que no está conmigo está contra mí" (Mt 12, 30), pues aunque te digan lo contrario, la respuesta a tu absolutismo es absoluta, están contra vos.

Así que ya ves, la cosa está como pa diluvio nuevamente.  Mejor sería quitarle "la vida eterna" de la cabeza a la masa, la salvación, la culpa, el mesianismo: te aseguro que sin licencia para ser hipócritas, todo marcharía mejor.

lunes, 2 de abril de 2012

Vida, estamos bien lejos de estar en paz.



Vida, estamos bien lejos de estar en paz.  Y sí, se cosecha lo que se siembra, sobre todo cuando se siembran buenas intenciones y lo que se recoge son realidades.

Falta mucho todavía, pero la incertidumbre, la puta y “acicateante” incertidumbre de las cosechas futuras, de las siembras de ahora.  De saber si  las semillas que tenemos entre manos son las mejores. La incertidumbre de  lo inexorable, de la noria en la que suelen venir los minutos y las horas, los días y la propia vida.

No estoy cerca de mi ocaso, de mi final, eso nunca se sabe en este país; la cosa es que no te bendigo, pero tampoco te maldigo, la vida es lo que es y vos, pues me has dejado calzarte de la forma que yo he querido.  De esperanzas ni hablemos, menos de unidades o cuestiones nacionales, esas esperanzas nacieron muertas, las parieron mentes obtusas, pequeñitas y sin paz. 

Trabajos, variados y tupidos, siempre edificantes, siempre aventuras extraordinarias.  Aunque se les antojó entrar en receso por estas fechas.  Penas, pos merecidas unas y otras también.  Este rudo camino que suele ser el de la mayoría de los chapines, ha sido lindo, jodido, bravo, grande, colorido, crudo, emocionante, pero el mayor esfuerzo se ha invertido en andar haciendo trochas por no ser nosotros los arquitectos de nuestro destino.

Amando estoy, amando estaré, amando me iré.  Vida, estamos bien lejos de estar en paz.

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...