martes, 19 de abril de 2011

Besándole los colmillos a una Serpiente




“Ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica, pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario  una sociedad burguesa es difícil”, dijo el gran Salvador Allende en un discurso dirigido a los estudiantes en la Universidad de Guadalajara.  Y que razón tenía.

A los que hemos andado encendiendo fuegos, a los que no tenemos pelos en la lengua, a los que llevamos la pasión de mil dragones en el pecho, a los que soñamos con serpientes y nos despertamos con dinosaurios, a los que no nos ha importado caminar, mojarnos los pies, el lomo, la moyera y todo lo que hiciera falta, a los que hemos dado y dejado todo, nos cuesta sobre manera dejar de ser revolucionarios.  Pero más nos cuesta luchar por serlo en medio de tanta mierda.

Esta sociedad te hala, te margina, te califica y descalifica, te utiliza, te exprime, te jode, te coge, y luego viene a que le pidas perdón por insolente y maleducado, por rebelde, por paria, por estepario, por rabioso y negativo, porque la culpa de no encajar en este sistema podrido, abusivo y salvaje, la tenés vos, por digno, porque te funcionan un par de neuronas y porque sabes que la cosa no está bien.

Qué hacer, detonarse la cabeza, salir corriendo, una caída libre sin red de protección, una inmolación categórica, besarle los colmillos a una serpiente, rozar el lomo de una tarántula con la lengua.  O tragar sapos y sapos, e ir parchando el barquito de papel que nos tiene a flote todavía.  O dar un paso al costado y alzarse, solo para darnos cuenta que casi da lo mismo porque del otro lado también hay sus buenas cantidades de mierda para navegar.

Ay Guatechula, somos tus hijos los que nos empeñamos en no dejarte florecer, tirios y troyanos hijos, el Sistema ha triunfado por ahora, nos parió y le servimos devorándote, devorándonos.  Cuándo llamaremos a las cosas por su nombre y le daremos una patada en el culo a los que te transan, a los que te engañan, a los que en tu nombre amasan fortunas, a los que no importa cuánto pregonen que te aman la verdad es otra.  Cuándo nos dejaremos de infantilismos todos los que decimos que nuestro corazón está hacia la izquierda.

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...