jueves, 11 de octubre de 2018

Seis mil motivos, percepciones y anhelos…


1. Tus zonas térmicas altitudinales
2. El clima que desatas
3. La profundidad de tus aguas en la parte alta de tu geografía
4. El desplazamiento de nuestras mágicas zonas de convergencia intertropical e ideológica
5. Los vientos alisios que hacemos nacer y su manera de mojar la tierra que pisamos
6. La humedad de tu bocacosta
7. Las miles de especies que te habitan
8. Tu flora y fauna por descubrir
9. Tus cardones y cornizuelos
10. Los durmientes por donde transita tu loco-motora
11. Los bosques que te han destruido
12. Tus mangles salinos y colorados
13. Tus sábanas y sabanas
14. Qué hay debajo del suelo de tus “quemas”
15. Los caminos de tu magma
16. Tu polen y sedimentos
17. La epirogénesis de tus continentes
18. El espesor de tus cortezas
19. Las cartónicas grutas de tu propio Xibalbá
20. Tus rocas más antiguas
21. Recorrer la profundidad de tus fosas submarinas
22. Subir todos tus volcanes activos
23. El origen de los sismos que te estremecen, y quedarme allí hasta que los volcanes se apaguen
24. Levantarte las faldas con un abanico aluvial de miradas que acarician
25. Esperar pacientemente en tus esteros a que suba la marea
26. Bañarme en tus calderas
27. Construir herramientas para sobrevivir con tus ojos nocturnos de obsidiana
28. Que me diluyas despaciosa y pluvialmente, todas las rocas inútiles, dejándome solo el pedernal que me mantiene vivo
29. Descubrir juntos la dermis y las entrañas de Quauhtlemallan
30. Vencerme a tu fuego y entre humos ofrecerte mi pecho
31. Descubrirte y descubrirme, hablando de lejanas generaciones perdidas en un tiempo silencioso
32. Perseguir esforzadamente la esperanza, y los sueños
33. Compartir artefactos para enfrentarnos a este mundo y que por fin descansen valores, creencias y costumbres compartidas
34. Que seamos cómplices y enemigos del habitus
35. Saber de cierto que nuestra inmaterialidad es fuerte
36. Buscar la respuesta de tu creación y cómo percibes el mundo
37. Contarte sobre mi viaje y los cientos de veces que ha cambiado el mundo que camino
38. Cavar en ti cuidadosamente
39. Hurgar en tus archivos y abrirte los míos
40. Pasar largas horas observando lo descubierto, como lo haría un enamorado

41. Recorrer tus cordilleras de frontera a frontera
42. Explorarte hasta encontrar la fuente de tu pluviosidad
43. Compartir el latido de nuestros metamórficos músculos
44. Ir y venir por insospechados meandros
45. Subir desde todos los ángulos todos tus siguanes
46. Quedarme en las comisuras de tu terra rossa
47. Hacer choza en esta nueva orogénesis
48. Escribir una carta sobre tu piel con leguas y leguas de letras detallando el viaje que hiciste florecer
49. Librar juntos nuestras Quautlimallanes, pecho contra pecho y viéndonos a los ojos
50. Baja tu Bocó, deja tu Chugüilá por los suelos: y déjame beber de tu Bulbuxyá

martes, 9 de octubre de 2018

El lugar que habito

Sentado en un largo corredor me entrego al frío de la lluvia mientras le silbo a las aves que me devuelven los parabienes. Tiemblo. Me quedo sintiendo estertores. Los nubarrones no paran. No me refugio. Permanezco tiritando, esperando la noche y disfrutando los orquestales sonidos de una tarde que se extingue con un encanto que no logro explicarme. Quizá el interior sea cálido pero está vacío. Acá afuera, la vida continúa sin importar el gélido anochecer que se avecina. Al final entro al lugar que habito, habitado de cantos, chasquidos, sombras, susurros y estallidos.

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...