Pst, pst, dicen que sos el hijo de Dios, que mañana resucitás, yo que vos lo pensaba dos veces... Los que dicen ser tus seguidores pecan de lo lindo y luego ponen cara de arrepentimiento, pero es puro cinismo. La mayoría de tus "apóstoles" viven en sentido contrario, la pobreza y el amor al prójimo, les importa tanto como conservarse célibes.
Los políticos te nombran, y bueno, según los entendidos, blasfeman, porque es en vano que te invocan. Te usan, como usan a cualquiera. Los padres de familia casi te ponen en la misma categoría que el Cuco, nada más que pa asustar a los chilpayates. Los estafadores se rellenan el ego y los bolsillos con sendos montajes, son “super stars” de la fe.
Los líderes mundiales se cuidan de mencionarte apropiadamente, según la cultura del país al que invaden o saquean. Los que son menos hipócritas dicen que Calvino les dio permiso pa hacer pisto, los que no, todo lo dejan en el dogma y los pelendengues del Santo Padre. (Dicho sea de paso, te paso el chisme que este último, el Pastor Alemán, no puede competir con el simpático de Karol).
Te rezan los asesinos, te rezan los familiares de las víctimas, te rezan los mentirosos, te rezan los canallas, te rezan los genocidas, te rezan los judas, ahora también fariseos te rezan, partidarios de Herodes, pero los que más, los partidarios de Pilatos. Dijiste alguna vez: "El que no está conmigo está contra mí" (Mt 12, 30), pues aunque te digan lo contrario, la respuesta a tu absolutismo es absoluta, están contra vos.
Así que ya ves, la cosa está como pa diluvio nuevamente. Mejor sería quitarle "la vida eterna" de la cabeza a la masa, la salvación, la culpa, el mesianismo: te aseguro que sin licencia para ser hipócritas, todo marcharía mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario