Sus brazos tontos y pequeños lo alcanzaban todo,
seguía allí
a la vista de todos,
esperando la eclosión
de los que también estarán
cuando se nos ocurra despertar.
Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...
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