jueves, 17 de noviembre de 2011

El síndrome de la llorona





Los que estuvieron cerca y ahora se alejan, nunca lo estuvieron.  Los que de lejos siempre nos hicieron sentir su presencia, siempre estuvieron cerca.  Sucede que el “limbo” tiene cierto tufito a “nada”, y la nada siempre es despreciada por los que se acercan a llenar sus alforjas emocionales o materiales.  Ahora que se sabe casi totalmente cual es el saldo del circo, algunos optan por asustarse, alejarse, sudar helado y atender lo desatendido.  Otros deciden blandir espadas y declararle la guerra al genocida. Hay los que prefieren hacer maletas.  Están los que ni se inmutan, ya tienen el cuero curtido.

A los que nunca escucharon, a los que nunca tuvieron tiempo de parar un segundo, a los que no construyeron nada, a los que se movieron en su propia dirección, a los que siempre cerraron la puerta, a los que cantaron victoria, a los autosuficientes, a los déspotas, a los ensimismados, a los hijos de puta: les tengo una noticia, hay otros más hijos de puta...

1 comentario:

  1. muy cierto compa, me llega, y esos ke se fueron son siempre los ke terminan traicionando a la patria

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