viernes, 25 de agosto de 2017

Lamiendo heridas...




Hago una pausa
dejo de lamerme las heridas
y hablo de esperanza,
con la lengua abrasada de tanto compadecer y quejarme de la lucha en otros tiempos
con el sabor de la sangre propia
de los que no conocí
y de los de ahora, que no son menos que los de antes,
concluyo:
me nacerán nuevas papilas
buscaré otros corazones
y acompasaré mis tristezas con la alegría de luchar por estos días.
Pero no dejaré de lamerme aquello que solo yo sé dónde está y lo que duele.

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