Hoy vi como dos muchachos, armados, tiroteaban a un señor humilde. La sonrisa en el rostro de quien disparó, me hirió el alma.
Tengo el ceño más fruncido que nunca, no puedo sacarme la imagen de la mente, todo ocurre lentamente: ellos, los atacantes, gritan al hombre “dámelo, dámelo” y lo que le lograron quitar, además de unos mierdas quetzales, fue la vida. Luego de unos pocos segundos, TODO siguió igual, un charco de sangre era lo único diferente en el paisaje. La gente siguió trabajando, sonriendo, incluso frente a quienes sucedió el hecho, reían relatando lo sucedido, representando como había sido, como el muchacho disparó, como se fue, señalando para donde se había ido.
QUÉ ´PUTAS NOS PASA, QUÉ PUTAS NOS PASÓ. A qué hora perdimos la sensibilidad y empezamos a sentir desprecio por la vida de los demás, de nuestros hermanos. Cómo podemos seguir viviendo así, nos estamos salvajizando. Levinas tradujo de manera distinta el “ama a tu prójimo como a tí mismo”, lo tradujo como “ama a tu prójimo porque él es tú mismo”.
No hay policía, ministerio de gobernación, presidente o poder del Estado que funcione sin nuestra ayuda, la Sociedad es Estado. No podemos simplemente resignarnos, debemos, creo, exigir, hablar, apoyar, “no dejar hacer, no dejar pasar”. El que ofrezca seguridad a secas y esté seguro de lograrla, no entiende lo titánico del esfuerzo que hay que emprender. Hay que enseñar a los niños a no golpear, no permitirle al maestro que golpee. Debemos castigar ejemplarmente al que use la violencia, verbal, física, y más ejemplarmente cuando sea en contra de los más vulnerables.
No puedo pensar con claridad, estoy indignado, frustrado y con mucha rabia. El hecho desnuda nuestra situación a todo nivel. Tenemos miedo, el Sistema nos obligó a pensar solo en nosotros mismos. No hay confianza en nadie, menos en las instituciones, las instituciones aceptan el entorno y la cultura violenta. REPITO, ESTAMOS PASANDO DE LA BARBARIE A LA DECADENCIA, SIN PASAR POR LA CIVILIZACIÓN. Y REPITO, POBRECITO MI PAÍS.
Todo empezó cuando en aras de la libertad caímos en el libertinaje, cuando en aras de gozar la vida como se no dé la gana nos llevamos a los demás y nos olvidamos de que "el respeto al derecho ajeno es la paz".
ResponderEliminarEn ese contexto nos cayó el narcotráfico, el contrabando, la trata de personas y la crisis capitalista. A ello se sumó el derrumbe de las ideologías y los efectos de la represión.
Como resultado, las nuevas generaciones son apáticas no saben del Che, de Arbenz y de centenares de miles de valiosas personas más que murieron en la construcción de una Guatemala mejor.