Cómo volver lo que se vive en la
calle en algo que alimente, que sea revulsivo para cosas mejores, para todos,
así como es para todos la mierda que se reparte a diestra y siniestra. Hace dos días murió mi primo Quincho, víctima
de un accidente; una camionetilla le pego de frente cuando él volvía en su moto
a casa. Como es de esperarse, los
tripulantes del vehículo huyeron, mi primo quedó tirado ya sin vida en la
carretera y las noticias viajaron asquerosamente crueles hasta la bisabuela.
Ayer pasé por el lugar del
accidente, había cola en un carril, hablo de la interamericana a la altura de El
Tejar, y claro, como había cola, camionetas del transporte extraurbano,
vehículos particulares y camiones,
circulaban en contra de la vía para saltarse la cola que era de
kilómetros. Y cuando digo en contra de
la vía no me refiero al carril de vuelta, no, me refiero a que circulaban por
el costado de la vía contraria, dos llantas sobre el asfalto, dos llantas sobre
la tierra o paso peatonal.
Motos, bicicletas y personas que
venía caminando tenían que esquivar a los imbéciles, que además, iban a toda
velocidad, sin luces de emergencia y claro, sin ninguna precaución. El asunto es que el DESPRECIO A LA VIDA se
nota en demasía. Que acaso los
conductores que realizan tamaña pendejada no piensan en que pueden provocar un
accidente, en que si lo provocan ellos son total y completamente responsables,
en que ese accidente le puede costar la vida a alguien, caramba, que manera de
despreciar la vida de los demás.
A la larga, esa actitud denota
prepotencia, violencia. Esa manera
incivilizada que tenemos de vivir violentamente está destruyendo nuestro país, dándoles
excusas a los trogloditas para aplicar más violencia aún. La responsabilidad
del Estado es grandísima, pero la nuestra también.
Si usted es pasajero de un bus
que haga eso, recrimínelo al chofer, si va de copiloto o pasajero en un
vehículo familiar, del trabajo, de un amigo o de quien sea, recrimínelo al chofer.
Recobremos el valor de la vida, de lo contrario cuando lo queramos valorar será
cuando hayamos perdido la vida de alguien que queremos. Si usted va en paz por la calles y de manera
responsable, si observa lo descrito, llame a la policía. Hagamos algo para terminar con la cultura de
prepotencia y violencia.
Descanse en paz Quincho. Viva en violencia Guatemala.
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