Si los hilos de la vida se te escurren de las manos
y los albedríos atropellan tus sempiternas costumbres
si una mirada de odio te seca la ternura
no desesperes, todos los controles son vanos
las puertas, las cierras o las abres.
A la vida, un beso pequeño y hermoso en alguna
comisura…
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