domingo, 4 de noviembre de 2018

Lilith


Abres sonriente las puertas del infierno, yo temeroso y derrotado, me resigno y lo que encuenro es tu miradamque incita tu alegria llevándome de hoguera en hoguera; sacrficando mi corazón sangrante y más vivo que nunca. Me haces morder el dulce de tus pliegues y limpiar con mi lengua lo que se derrama por las comisuras. El infierno no es otra cosa que la vida sin moralinas y con seres honestos que no temen ser juzgados. Ay de mi cuando esto termine. Ay de ti si te enamoras de mis dantescas luchas y cavilaciones.

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