La muerte se acerca con sus olores y compases
burlándose de nuestros ritos y trances,
descargando sobre nuestras debilidades
culpas, dolores y faltantes.
Llega y no se va,
llega y se instala,
llega y el pleito se alarga, hasta que ella quiera.
Le muerte ronda nuestros pasos
en los fríos pasillos de un hospital
en los retorcidos pasillos de nuestra mente,
la traen a cucuche los médicos y enfermeras
se esconde detrás de las puertas a escuchar nuestras oraciones
hace que nos duela todo lo que pueda doler,
en silencio, espera.
Maldita seas muerte, bendita seas
por el dolor que nos causas
porque seguro es,
que acabarás con él.
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