jueves, 15 de marzo de 2018

Balam por las noches




Las ventanas no pueden abrirse más y solo después de muchas bocanadas la temperatura admite alguna prenda sobre los labios afiebrados de éste pre-viejo Balam. Beber agua del río de la vida te deja ronroneos y gruñidos adornanando los rincones de cada bigote y pata y mancha y lengua y todo.

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