miércoles, 21 de junio de 2017

"Indios comunistas"

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Por primera vez el futuro político de quienes tradicionalmente han ostentado el poder en Guatemala no está en sus manos, no depende de los espacios copados en el sector justicia, el Legislativo, el Ejecutivo y las decisiones que se tomen desde quienes manejan la economía: están francamente asustados y se les nota.

El espectáculo en el palco del Congreso de la República da cuenta del miedo que sienten, resumido en la frase “no queremos ser como Venezuela”. De paso, este pavor a la incertidumbre de sus privilegios ganados a fuerza de violencia, despojo, abuso y corrupción; urge nuevos liderazgos que puedan “defender” a “su” Guatemala y frenar el avance de las conquistas de los pueblos indígenas, mujeres y colectivos organizados que abrogan por una sociedad amplia e incluyente. De allí que “las dos erres” se antojan como la fórmula perfecta para una opción política electoral que ofrecerá, ya se sabe: pena de muerte, nacionalismo y dogmatismo.

Sirve entonces el viejo discurso anticomunista y poner de escudo a Dios, frenar a los izquierdistas y de paso poner en su lugar a los “indios lamidos y vividores”. El enfrentamiento ideológico y el racismo son latentes en sus consignas, actitudes y su abyecta mirada. El odio que encierra la expresión “indio comunista” solo puede venir de mentes sumamente frívolas o enajenadas por casi doscientos años de alienación con un falso nacionalismo y una supuesta superioridad intelectual y racial.

Se inventan amenazas que no existen, en Guatemala no hay tales fuerzas de izquierda conspirando por un Estado Socialista y las reformas al sector justicia no formarán un cuarto poder. Lo que se pretende con las reformas es combatir la corrupción eliminando las Comisiones de Postulación, que el proceso de selección de jueces y magistrados no sea un botín político y que exista un apoyo administrativo para la Corte Suprema de Justicia que le permita dedicarse a lo jurídico específicamente. Claro, todo lo anterior atenta contra el poder fáctico que han ejercido las castas, las cofradías, las juntitas. La salida más conveniente que han encontrado es asustar a la población con apocalípticos escenarios donde ellos son los “salvadores”.

La sociedad guatemalteca va encontrando en el Ministerio Público y la Comisión Contra la Impunidad en Guatemala la protección y apoyo que no ha encontrado en los gobiernos que han administrado los que ahora se oponen a las reformas del sector justicia y a cualquier reforma que nos ayude a construir un futuro distinto en el país.

Casi podría asegurar que la mayoría de guatemaltecos, sin importar nuestro posicionamiento ideológico, no estamos de acuerdo con la corrupción, la violencia, la pobreza y la poca capacidad del Estado para resolver los grandes problemas del país. Son tiempos de participación, inclusión y progreso; no importa cuánto pataleen los dinosaurios, les sorprenderá ver a gente de izquierda y derecha en un mismo proyecto, tolerándose y avanzando, superando taras y mezquindades.

Para ser esa sociedad que queremos, en paz, con salud y trabajo, es necesario decidir nuevas maneras de lograrlo; las reformas constitucionales al sector justicia son un paso, la reforma profunda de la Ley Electoral y de Partidos Políticos puede ser otro, y habrá que dar muchos más. Pero la paz y el progreso no llegarán siendo conservadores, dejando todo como está y dejando que sean los de siempre quienes decidan, eduquen y gobiernen a una sociedad enferma de odio, muerte y pobreza.

Hilvanar sueños


Despertar y a pesar de ojos miopes hilvanar sueños hasta que se puedan tejer hermosas realidades, de eso se trata la cotidianidad.

Kaibil está vivo

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Llegar con boina de Kaibil al hemiciclo parlamentario para celebrar el Día de la Constitución Política de la República es una burla y hasta una ofensa, simboliza el triunfo de quienes hipócritamente dicen defender a la patria. Kaibil Balam jamás hubiera combatido a su lado. Y si está vivo es en la gente que sigue olvidada por los diputados distritales, como el susodicho Galdámez, porque no la han podido derrotar y mucho menos exterminar con la negación o desidia estatal.

La Constitución debe ser reformada porque no es perfecta y porque por omisión, falta de valentía o simple ignorancia, se excluyó de golpe a más de la mitad de la población de lo que se ha dado por llamar Guatemala desde que Pedro de Alvarado así la nombrara en sus cartas. Este país, aún está en formación, no está acabado, no es y no será más el feudo o el cuartel de nadie. Nos hace falta mucho, empezando por la propia ciudadanía, que también está en construcción, y hace falta más en el desarrollo de nuestra manera de convivir y decidir esa convivencia.

Ya lo he escrito anteriormente, y seré reiterativo todo lo que haga falta, la Reforma Constitucional es para integrar e incluir a quienes más difícil tienen la vida en este “bello y horrendo país”, INDÍGENAS Y MUJERES. Exhibir símbolos militares en el Congreso de la República, es un indicador de la necesidad de dichas reformas. No es miedo y violencia lo que los diputados deben representar en el lugar donde se discuten los intereses de toda la población, los que así lo hagan solo demuestran su falta de recursos y la carencia de empatía con la realidad nacional.

No sé a qué puerto llegarán las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos. Lo que se está proponiendo, nuevamente es un avance, lo que incomoda y hace desconfiar hasta caer en la desesperanza, es que la mayoría de los diputados han demostrado no tener voluntad para reformar nada, mucho menos reformar en vía contraria a sus intereses electoreros: Han demostrado que la patria les importa un carajo.

En el ambiente reina el envalentonamiento de los que han hecho de la CICIG y el MP los emblemas del “socialismo” en Guatemala, pobre razonamiento que ha calado y que ha logrado infundir nuevamente el miedo del fantasma comunista en la desinformada población. Pregunto, acaso estamos tan bien como para defender que no haya cambios en cómo se elige a la clase política; el país está tan entregado a su “nacionalidad”, cultura y denominadores comunes, que nadie puede ser o sentirse excluido. Preguntémonos cómo está el país, ¿hay hambre, corrupción, abusos, violencia, crimen?, ¿la gente común vive en paz y sin miedo?, si esto está bien tal como está, no es necesario reformar nada y sigamos viviendo en esta ficticia Shangri-La guatemalteca.

Kaibil está vivo, sí, el Kaibil Balam de Xinabajul, de Chuimekena, de K´iche´; porque los dueños del país a través de sus ejércitos y sus vulgares victorias, no han logrado capturar la rebeldía de los pueblos que solo quieren integración, paz y dignidad.

Cabalgando delfines



Esto de cabalgar delfines siempre viene en medio de la noche y con el agua acallando la predecible y monótona normalidad,
cuando sucede
dejo de preguntarme a qué vine
me sumerjo en esas hermosas profundidades de lo mágico
y navego sin fronteras ni prisas
en estos mares y los de otros mundos.

Rayos amarrados



Un manojo de rayos amarrados con cibaque sacado de las entrañas,
se impacientan:
quieren gritar su trueno
y escuchar crujidos al llegar a su destino.

"País finca"


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La Ley de Tierras recientemente propuesta en el Congreso de la República nos hace pensar en los cambios estructurales fundamentales para contrarrestar siglos de despojo, explotación, subdesarrollo y prejuicios contra la población indígena y campesina en Guatemala.

Según Julio Castellanos Cambranes, en Café y Campesinos, al hablar de “El nuevo carácter del latifundio” nos dice: “Uno de los principales aspectos del carácter rural de la sociedad guatemalteca lo ha constituido, hasta hoy, la permanencia del latifundismo, la base del poder de la clase dominante”.

El artículo 32 de la propuesta presentada por los diputados Leocadio Juracán, Edwin Lux y la diputada Sandra Morán, me parece el más osado y necesario para intentar nuevamente una reforma agraria; la expropiación de tierras que no estén cultivadas, y claro, una vez expropiadas se otorguen en propiedad privada a trabajadores agrícolas, mozos colonos o campesinos sin tierra o con muy poca tierra.

El objeto de esto y lo demás que contiene la iniciativa de ley, es garantizar el acceso a la tierra y medios de producción para la equitativa distribución de la riqueza, así como el fortalecimiento del Estado, la reactivación económica local, combatir el hambre (situación por demás grave en la ruralidad guatemalteca), la pobreza y extrema pobreza, eliminar la reconcentración de la tierra, y resolver la conflictividad agraria, además de preparar el camino para la industrialización de Guatemala.

La Ley de Reforma Agraria promulgada en 1952 tenía como propósito eliminar todo tipo de propiedad feudal en el campo, abolir las relaciones de explotación como las encomiendas, entregar tierras a los campesinos que no la tenían o tenían muy poca, facilitar ayuda técnica y aumentar el crédito agrícola en beneficio de todos los que trabajaban la tierra. La ley afectaba únicamente a aquellas grandes fincas que tenían tierras ociosas, no afectaba a las tierras productivas y menos aún (al igual que la actual propuesta en el Legislativo) amenazaba el principio de propiedad privada. Es sabido que dicha ley fue una de las principales causas de la contrarrevolución puesto que a quien sí afectaba era a la principal terrateniente del país en ese entonces, la United Fruit Company.

Ni la Ley de 1952 ni esta propuesta en 2017 son Comunistas, solo intentan sacar al país del atraso que provocan los latifundios en la población indígena y campesina, esto, dentro del sistema capitalista y la economía de mercado. No se trata de estatizar la tierra, sino de democratizarla.

Desde la conquista española el aplastamiento de la población indígena a través de la violencia, pasó a ser un hecho que se volvió norma en las relaciones de poder que trascendieron la independencia de los terratenientes criollos y el posterior advenimiento de hacendados y finqueros respectivamente. Así se despojó de sus tierras a la población originaria y así se fundó la República de Guatemala. Vayamos a los números y lugares donde existe pobreza en el país y se podrá constatar esta historia. Rehacer Guatemala o terminar de construirla, pero con base en la equidad y la justicia, es un imperativo para la paz y el progreso.

Sin embargo, a la luz de lo actuado por la actual legislatura y su entrega al conservadurismo y la gendarmería de este “país finca”, dudo mucho que la iniciativa de ley obtenga el apoyo necesario; a menos que la propuesta liderada por el diputado Leocadio Juracán sea apoyada desde la Guatemala profunda y que ésta pare en seco de una vez por todas a quienes se erigieron como dueños ilegítimos, utilizando a guardianes leguleyos y capataces armados.

Temblando por tus amores



Acostumbrados a callar por miedo, a veces no somos capaces de decir te amo. Pues te confieso, muero de miedo, he visto lo que hacen a los que dicen lo que piensan, así que mujer color de barro, ojos de serpiente y boca sabor a rebeldía: te amo. Dicho esto, soy el miedoso más valiente que ha temblado por tus amores.

Injusticia y desorden en Petén



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Hace algunos días cientos de familias fueron desalojadas de Laguna Larga en el departamento de Petén, hoy se encuentran en la línea fronteriza con México en albergues improvisados y sobreviviendo con la ayuda humanitaria que se les brinda en mayor medida desde el vecino país.

Si nos ceñimos a la expresión “dura lex sed lex” pues se puede entender la acción del desalojo de las familias campesinas, sin embargo, estamos hablando de comunidades que no llegaron ayer a ocupar las tierras donde se habían asentado. Si la resolución judicial de desalojo era una cuestión que se sabía iba a suceder, el Gobierno debió prever planes de contingencia. No sé si alguien le ha informado al Gobierno de Guatemala, pero existe un marco de garantías del debido proceso establecido en los estándares internacionales de derechos humanos, donde no se puede simplemente echar a su suerte a mujeres, niños, ancianos y en suma, guatemaltecos que conforman familias que la Constitución Política de la República manda a proteger.

La dura realidad de hoy es que cientos de personas viven desde hace dos semanas en carpas improvisadas sin ninguna certeza de nada. No tienen trabajo, no tienen a dónde ir y tampoco tienen una respuesta concreta sobre su presente, no digamos sobre su futuro.

Se ha instaurado una mesa de diálogo, lo cual se aplaude, pero no se ve que se conforme una mesa de asistencia humanitaria y acompañamiento gubernamental hasta que se resuelva la situación de las familias. Más preocupante aún, es que existe el temor de muchas otras comunidades de sufrir el mismo destino que las familias de Laguna Larga. Nuevamente, el Gobierno, si diligentemente acató las resoluciones judiciales (las cuales han sido procuradas por una de sus instituciones), debería también diligentemente estar preparado para lo que dichos desalojos significarán para otros cientos de guatemaltecos.

El abandono del Estado y la aplicación antojadiza de políticas que favorecen a finqueros y empresas, pero castigan a campesinos; son la verdadera causa del desorden y las injusticias en el departamento de Petén.

Las “agarradas” como les llaman los peteneros, fueron la ley desde los tiempos que relata Virgilio Rodríguez Macal en sus novelas, luego vino el abuso del poder de los que se apropiaban de extensas porciones de tierra amparados en sus uniformes y fusiles. En 1969 apenas el 1% del área total estaba registrado a favor de fincas privadas alrededor del lago Petén Itzá, el resto del departamento era baldío sin registrar. En esos años, el propio Estado promovió la colonización del departamento a través del FYDEP y esta institución distribuyó tierras inequitativamente hasta 1986, los efectos se ven ahora. Años más tarde la violencia desplazó a cientos de familias hacia esas tierras, y por último, seguramente el narcotráfico atrapó a otras cuantas.

Petén es un vasto territorio sin certeza jurídica y con una doble moral entre el conservacionismo y los monocultivos. En la época del Conflicto Armado Interno, miles de familias huyeron de Guatemala y su Estado represor; huían de la violencia armada, ahora uno de los desalojados en Petén dice “huimos de la violencia económica”.

martes, 30 de mayo de 2017

Tu silencio y tu machete



Tu silencio y tu machete
tu paciencia
tus suaves ademanes
convirtiendo éste páramo en un vergel
tu idioma y tus mundos
a todo eso tememos ahogados en nuestra fértil alacena de cardos importados...

Me gusta cuando gimes...




Me gusta cuando gimes y te haces charco,
almíbar de las thunbergias
cómplice de geranios y toronjiles
sustento de los huele de noche
caprichosa y orgiástica amante de los maíces de todos los colores.
Si te alcanza la muerte será solo un momento
un delicioso y espeso momento
para nacer de nuevo entre lava
y savia derramada.

Pequeña fiera





Una garganta lechosa
me engulle completo
y me lleva por sinuosos caminos
hasta lo profundo de los mundos que le palpitan
a esta pequeña fiera llamada Guatemala.

Matiox, matiox y matiox.

(Viaje a Huehue se podría llamar)

Este trópico y su gente enamorada...

      Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...