miércoles, 18 de noviembre de 2015

Las sombras sin nosotros






Las sombras pontifican
lo que la gente mastica
y mastica:
engaños
tozudez
turbación
despeños
rancidez
y advocación.
Las sombras no existen sin nosotros.

No importa dónde...

Colaboración para Mundiario.com

No importa dónde, los que mueren por frivolidades políticas, fanatismo o abandono: duelen

Vagabundos de todas las esquinas, la de libar, la de amar, la de las fuentes prístinas, así vivimos: llorando por Siria, Francia o Palestina, ciegos de la Chácara, Ixcán o La Florida.

Guatemala: tierra del malinchismo y la tragedia ajena, del servilismo y la pepena, nos alborota Francia, Siria y Palestina, y no somos capaces de acabar con la hambruna, la pobreza y nuestra propia inquina.
La muerte nos acompaña diariamente, en cuerpos que aún no saben que han dejado de estar vivos, en cadáveres que se pudren en los barrancos, calles y alcantarillas.  En cada esquina nos encontramos con ánimas penantes tratando de llamar nuestra atención para que “nos” los rescatemos de la (infra) vida, las edades suelen ser las mínimas, las del juego, la sonrisa y la felicidad: en cambio, adormecidos forzosamente por algún áspid disfrazado de congénere, limpian parabrisas para ver nuestras sucias muecas del otro lado del vidrio.

Familias campesinas enteras sobreviviendo, en el mejor de los casos, con menos de 6.12 euros diarios. Madres y niñas condenadas a la pobreza, más que los propios hombres por el machismo.  Gastando dinero en remodelar cuarteles como prisiones para los que han robado como funcionarios, mientras en los hospitales la gente literalmente, no en sentido figurado, literalmente se muere.

Sumados los dos primeros semestres del 2014 y 2015 en Guatemala se contabilizan 5.692 homicidios.  ¿Quiénes fueron esos miles de muertos, por qué murieron, por qué nos acostumbramos a que sean solo un dato del que no queremos formar parte pero que estamos en la cola para serlo?  ¿Por qué la indolencia: es antídoto ante la impotencia o solo cínica desidia?

Luchamos, diletamos, perdemos el tiempo atascados en mentiras en las que se nos va la vida, mientras la muerte nos avanza nutriéndose con los desnutridos, hartándose con los que nada comen, fortaleciéndose con los débiles, rapiñando a nuestros viejos para rejuvenecer sus instintos antropófagos.

Lo macerado en décadas y siglos está apenas en la víspera, lo que se viene será el embebecimiento en un realismo -no- mágico, jamás visto.  Entonces seremos noticia en tiempo real, compitiendo con los sombríos sucesos del Medio Oriente, los rubores de Europa y el estupor de sí mismos de los estadounidenses.

La crisis en el sistema de salud es una vergüenza, y nos tocarán otros bochornos en educación, agro, transporte, seguridad, justicia y el tema fiscal; por mencionar algunos.
Tenemos una sola esperanza: nosotros mismos. 

Lo que importa






Si a nadie importa lo que importa
por qué habría de importar
lo que a ti te importa
si tú no importas,
aquí lo que importa
es lo que decide al que nada le importa.

lunes, 16 de noviembre de 2015

Lelos

Vagabundos de todas las esquinas
la de libar 
la de amar
la de las fuentes prístinas,
así vivimos
pagando más de lo debido
llorando por Siria, Francia o Palestina
ciegos de la Chácara, Ixcán o La Florida 
pobres lelos arrimados a bombardeos ajenos
no nos damos cuenta de la sangre,
la pólvora y la muerte 
que entre las manos tenemos.

Fábula tribunicia







Al que se olvidó de quienes importan
cebado con carne de pobre, ignorante y dizque digno
al que lleva por corazón un albañal
insano como nuestra memoria,
para ustedes, aunque no los elijan
está lista una necrópolis como el mal más benigno
para que descanse su lengua limpia y virginal
que nos considera a nosotros escoria,
luego de saciar su avidez e impudicia
y nuestra estúpida actitud absolutoria
vendrá lo que merece su fábula tribunicia.




domingo, 15 de noviembre de 2015

Guatemala


Era tan voluble
como lo quisieran sus dioses
cuando creía que era ella
apenas era vulgar pócima
para un prefabricado problema siempre soluble
llena de adioses
cargando tierra
frío dato de un lejano esquema.

jueves, 12 de noviembre de 2015

En la campiña mientras tiritan





Se alimentan entre sí
regurgitan
y vuelven a volar
no son aves de rapiña
son mis compatriotas y congéneres que en alegre frenesí
se solazan mientras otros en los huesos tiritan
o van a votar
que es lo normal en esta campiña.

Para Papá





Guardemos esos besos para los sueños
aún no puedo viajar
he aquí mis estrellas,
rodeándome con sus brazos pequeños
haciéndome olvidar
fiascos, desdenes, indolencia y querellas.

Pequeña muerte...

Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...