martes, 12 de enero de 2016

El primer día del viaje...






Mi corazón se paraliza,
entre lágrimas confieso que tengo miedo
y tú
con la sonrisa puesta
y sin mirar atrás,
inicias tu camino.
No pares,
aunque te lloremos
y te hagamos pucheros,
sigue hasta encontrar algo que merezca la pena detenerte.
Mientras tanto,
crece
y edúcanos este amor tan grande
y tan cobarde.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pequeña muerte...

Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...