Escapo por un momento,
tu “Lycaste virginalis” no me embelesa
tu pecho manchado de rojo no me engaña,
descarga tus rifles
guarda tus espadas
que no me adorne tu laurel,
juguemos a que no existes
a que no existo
empecemos de nuevo,
desde la tierra misma hasta volver a ella
que nuestra corteza sea roja
marrón
blanca,
no vistas uniforme
yo no vestiré de inconforme,
nos encontraremos en el mismo delta
ante la inmensidad
naceremos juntos
en las montañas,
moriremos juntos, sin quitarnos peces
disfrutando cada salto
cada piedra
cada color fuera de nosotros,
llegaremos juntos hasta el final, dando vida con nuestra
muerte.
Juguemos a que no me matas porque puedes,
ya moriré, ya moriré…
y tu también.
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