Un día como cualquiera
en el monte, la vida se aferraba ensordecedoramente a lo desconocido
un bultito cansado, abandonado
y a punto de extinguirse, logró quedarse
y ser bocado
hambre
fuente y caudal
razón y sustento,
vida
hijo, sobre todo hijo.
Un día como cualquiera
un par de amorosos parieron la esperanza.
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