Un pájaro canta distinto en el bosque
hay que derribarlo
cortarle las alas
callarlo
para que no confunda a las parvadas.
Pájaro que canta distinto merece ser picoteado
echado lejos de los árboles
no tener rama ni nido
volar solo de prado en prado
imitar a otros cantores
hasta que lo mate el hastío.
Pájaro que cantas distinto
lleva tus semillas
planta tu bosque
los cantos monótonos y aburridos se apagarán mientras el horizonte arde
frente a tu casa.
miércoles, 6 de julio de 2016
El hambre y la espera
Hacer esperar es el veneno que aplican los dueños del destino a los que no tienen antídoto contra el hambre.
Alfil negro II
http://www.narrativayensayoguatemaltecos.com/otros-textos/alfil-negro-ii-danilo-santos/
El que antes era alfil ahora es peón igual que sus “caballos” y demás piezas de colección… El saltimbanqui que entretenía burdamente las partidas se ha estrenado como alfil y para no extrañar gags, maromas y personajes, se quedó del lado de las piezas negras marchando alegremente el treinta de junio. En derredor otros asumen el circo y los nuevos jugadores intentan ser serios sin lograrlo; hacen un movimiento con autoridad, garbo y apretando la comisura de los labios en señal de desprecio: luego reculan con el ceño fruncido desperdiciando su turno y volviendo a hacer las micadas de siempre en el trapecio.
Mientras unos se estrenan y otros se van, estos estrategas encumbrados se juegan todo lo que apostamos en las esquinas; pisto, muertos y lo que nos quede entre el corazón y bambalinas. Para disimular las apuestas que importan, tiramos la taba en calles polvorientas, los naipes en los velorios (que son muchos), y en el puerto las fichas de dominó. Compramos bolido o charada: a ver si nos cambia la suerte.
En la avenida reforma apuestan por el “negrito lindo” aunque a veces se arrepientan. Entre sueños marciales, añoranzas stanislavskianas y la calamidad pública, el nuevo alfil decepciona como el conejo Blas: yendo dos pasos pa´lante y dos pa´trás. La tragicomedia chapina sigue a ritmo de juego, llanto y risas perversas; importan los nombres en los puestos y un turno a la vez: chovinismo y malinchismo.
Los del otro lado del tablero siguen en sus veinte, refritando jugadas y camisas blancas. Antes era la Unión Soviética, ahora Venezuela. Antes era apología de los gringos y adoración de los kaibiles: ahora también. Antes era el comunismo y la izquierda, ahora es cualquier disidencia inteligente a la horrenda realidad que han hecho vivir a “esa gente” bruta, resentida y huevona que no hace otra cosa que merecer su desgracia.
Los que aúpan a Thelma Aldana e Iván Velásquez no son otra cosa que guerrilleros, vagos, hippies y peludos. Revolucionarios de cafetería que no saben lo que es “defender a la patria” de ideas extranjeras; las que fueran, en el siglo que sea y vengan de donde vengan: justicia, derechos económicos y sociales, Estado de bienestar, fraternidad, igualdad y todas esas ideas que solo persisten en la cabeza de comunistoides… Viva Trump, el Brexit y Rajoy.
De alfil negro en alfil negro llevamos treinta y un años de partidas perdidas: o cambiamos de juego o cambiamos las reglas.
Alfil negro II
Danilo SantosEl que antes era alfil ahora es peón igual que sus “caballos” y demás piezas de colección… El saltimbanqui que entretenía burdamente las partidas se ha estrenado como alfil y para no extrañar gags, maromas y personajes, se quedó del lado de las piezas negras marchando alegremente el treinta de junio. En derredor otros asumen el circo y los nuevos jugadores intentan ser serios sin lograrlo; hacen un movimiento con autoridad, garbo y apretando la comisura de los labios en señal de desprecio: luego reculan con el ceño fruncido desperdiciando su turno y volviendo a hacer las micadas de siempre en el trapecio.
Mientras unos se estrenan y otros se van, estos estrategas encumbrados se juegan todo lo que apostamos en las esquinas; pisto, muertos y lo que nos quede entre el corazón y bambalinas. Para disimular las apuestas que importan, tiramos la taba en calles polvorientas, los naipes en los velorios (que son muchos), y en el puerto las fichas de dominó. Compramos bolido o charada: a ver si nos cambia la suerte.
En la avenida reforma apuestan por el “negrito lindo” aunque a veces se arrepientan. Entre sueños marciales, añoranzas stanislavskianas y la calamidad pública, el nuevo alfil decepciona como el conejo Blas: yendo dos pasos pa´lante y dos pa´trás. La tragicomedia chapina sigue a ritmo de juego, llanto y risas perversas; importan los nombres en los puestos y un turno a la vez: chovinismo y malinchismo.
Los del otro lado del tablero siguen en sus veinte, refritando jugadas y camisas blancas. Antes era la Unión Soviética, ahora Venezuela. Antes era apología de los gringos y adoración de los kaibiles: ahora también. Antes era el comunismo y la izquierda, ahora es cualquier disidencia inteligente a la horrenda realidad que han hecho vivir a “esa gente” bruta, resentida y huevona que no hace otra cosa que merecer su desgracia.
Los que aúpan a Thelma Aldana e Iván Velásquez no son otra cosa que guerrilleros, vagos, hippies y peludos. Revolucionarios de cafetería que no saben lo que es “defender a la patria” de ideas extranjeras; las que fueran, en el siglo que sea y vengan de donde vengan: justicia, derechos económicos y sociales, Estado de bienestar, fraternidad, igualdad y todas esas ideas que solo persisten en la cabeza de comunistoides… Viva Trump, el Brexit y Rajoy.
De alfil negro en alfil negro llevamos treinta y un años de partidas perdidas: o cambiamos de juego o cambiamos las reglas.
Antes era apología de los gringos y adoración de los kaibiles: ahora también. Antes era el comunismo y la izquierda, ahora es cualquier disidencia inteligente a la horrenda realidad que han hecho vivir a “esa gente” bruta, resentida y huevona que no hace otra cosa que merecer su desgracia.
Danilo Santos Salazar
Politólogo
y pensador a contrapelo de la realidad nacional e internacional.
Veinticuatro años de trabajo al lado de causas que buscan la
transformación de las iniquidades en Guatemala.
Marcha del desamor
Hoy marcho
necio, marcando el paso
obcecado y serio
convencido de lo hecho
sin gloria ni parnaso y
obedeciendo el clamor del popular griterío:
luego me doy cuenta que la marcialidad y el acartonamiento
no sirven para actos amorosos
da igual si los perpetran camisas blancas o peludos revoltosos.
necio, marcando el paso
obcecado y serio
convencido de lo hecho
sin gloria ni parnaso y
obedeciendo el clamor del popular griterío:
luego me doy cuenta que la marcialidad y el acartonamiento
no sirven para actos amorosos
da igual si los perpetran camisas blancas o peludos revoltosos.
Algún día desaprenderemos cuadraturas y el culto a los capos
cuando eso suceda amor
nuestro hijo estará a salvo de dictaduras
mentecatos
y no marchará en las filas del desamor.
cuando eso suceda amor
nuestro hijo estará a salvo de dictaduras
mentecatos
y no marchará en las filas del desamor.
Desfiles...
http://www.mundiario.com/articulo/politica/desfiles-militares-guatemala-simbolo-dominacion-y-sojuzgamiento/20160701204849062597.html
Los desfiles militares en Guatemala, símbolo de dominación y sojuzgamiento
Los cínicos conservadores alegan
que el desfile militar del 30 de junio conmemora la revolución liberal
de 1871, en realidad conmemora el genocidio y el más cruel fratricidio
devenido desde la colonia.
Los desfiles militares en Guatemala, símbolo de dominación y sojuzgamiento
Firma
Politólogo y pensador a contrapelo de la
realidad nacional e internacional. Veinticuatro años de trabajo al
lado de causas que buscan la transformación de las iniquidades en
Guatemala. Escribe en MUNDIARIO.
Los desfiles militares en Guatemala han sido
símbolo de dominación y poder de quienes han mantenido al pueblo en la
miseria y el sojuzgamiento.
Desfilan las mujeres cosificadas en pasarelas, los niños con lombrices en las veredas, las opiniones, las “verdades verdaderas”; desfilan los necesitados frente a los “Monzones”, en las tarimas, en las sedes, frente a los “señorones”. Desfilan los fieles, los mundanos, los judas, los pilatos, los jovieles. Desfilan los intelectuales, los vendedores, los periodistas y los que solo van en busca de amores. Aquí todos desfilan, en Semana Santa, en época de elecciones, o todo el tiempo que redoblen los tambores.
Desfilan las niñas frente a sus padres orgullosos y esperanzados de que sean reinas, desfilan los niños sudados y asoleados mientras aprenden orden y disciplina, desfilan con ropas nuevas, prestadas, usadas. Desfila el graduando, el futbolista, los bomberos, los “Hallistas”, los caballos, los legos y las masas aguambadas…
Aquí todos desfilan menos sus mercedes, ellos observan y disfrutan lo bien que ha resultado el adiestramiento. Desde el palco. Desde su falso patriotismo. Desde su banda amarrada con vacieses y desatinos. Aquí todos desfilan, por las buenas o a “morongazos”.
Desfilan la ignorancia, el hambre y la pobreza agarradas de la mano. Desfilan el miedo, la sangre y la costumbre, en silencio y con la cabeza gacha. Desfilan la soberbia, los asesinos seriales y los sepulcros blanqueados. En Guatemala todos desfilan menos los dueños, los comandantes, los generales y los altos funcionarios que no les han comprobado lo robado.
Desfilan los descalzos, los que tienen hoyos en los zapatos, a los que les truena la panza con redoble militar. Desfilan las madres junto a sus hijos. Desfilan los orgullosos padres en las cantinas. Desfilamos todos menos los que descienden del adelantado y los poderosos “igualados”.
Desfilan presos en los cuarteles, los que están libres y hasta los rebeldes tienen su contradesfile. Y el desfile más grande quizás sea el de las cicatrices en la memoria. Ya no caben ni se aguantan más desfiles.
Desfilan las mujeres cosificadas en pasarelas, los niños con lombrices en las veredas, las opiniones, las “verdades verdaderas”; desfilan los necesitados frente a los “Monzones”, en las tarimas, en las sedes, frente a los “señorones”. Desfilan los fieles, los mundanos, los judas, los pilatos, los jovieles. Desfilan los intelectuales, los vendedores, los periodistas y los que solo van en busca de amores. Aquí todos desfilan, en Semana Santa, en época de elecciones, o todo el tiempo que redoblen los tambores.
Desfilan las niñas frente a sus padres orgullosos y esperanzados de que sean reinas, desfilan los niños sudados y asoleados mientras aprenden orden y disciplina, desfilan con ropas nuevas, prestadas, usadas. Desfila el graduando, el futbolista, los bomberos, los “Hallistas”, los caballos, los legos y las masas aguambadas…
Aquí todos desfilan menos sus mercedes, ellos observan y disfrutan lo bien que ha resultado el adiestramiento. Desde el palco. Desde su falso patriotismo. Desde su banda amarrada con vacieses y desatinos. Aquí todos desfilan, por las buenas o a “morongazos”.
Desfilan la ignorancia, el hambre y la pobreza agarradas de la mano. Desfilan el miedo, la sangre y la costumbre, en silencio y con la cabeza gacha. Desfilan la soberbia, los asesinos seriales y los sepulcros blanqueados. En Guatemala todos desfilan menos los dueños, los comandantes, los generales y los altos funcionarios que no les han comprobado lo robado.
Desfilan los descalzos, los que tienen hoyos en los zapatos, a los que les truena la panza con redoble militar. Desfilan las madres junto a sus hijos. Desfilan los orgullosos padres en las cantinas. Desfilamos todos menos los que descienden del adelantado y los poderosos “igualados”.
Desfilan presos en los cuarteles, los que están libres y hasta los rebeldes tienen su contradesfile. Y el desfile más grande quizás sea el de las cicatrices en la memoria. Ya no caben ni se aguantan más desfiles.
jueves, 30 de junio de 2016
Morderse el hambre
Cayuco sin canalete
cordel sin peso
noche de pesca sin peces
y espera solitaria en la madrugada:
remo con mis manos
hasta la orilla
para mordernos juntos el hambre.
cordel sin peso
noche de pesca sin peces
y espera solitaria en la madrugada:
remo con mis manos
hasta la orilla
para mordernos juntos el hambre.
martes, 28 de junio de 2016
Mentiras sobre un comal
Abrazaste a la muerte y enterraste tu corazón
con ella
maldita seas
recuerdo fosilizado de nuestras cabezas
estalladas en piedras
de vidas sin siquiera haber balbuceado
derritiéndose en un comal.
Tus mentiras son tan grandes como las del General.
La oscurana de la verdad verdadera
La arquitectura de este clima
admite más vientos que un gazebo
y está preñada de estruendos
sustos y silencios.
Empapados, estamos,
esperando que amaine providencialmente la oscurana
con que nos alimentan de verdad verdadera.
lunes, 27 de junio de 2016
Tritón a contraluz
A contraluz
el tritón se aleja
y solo él sabe si es un dios
una estrella
o una simple caracola la que va a las profundidades
a sublimar la esencia de sus amores.
viernes, 24 de junio de 2016
Nos jugamos el país.
http://www.s21.gt/2016/06/nos-jugamos-pais/
Queda claro luego de la declaración de Roxana Baldetti que “apachar clavos” fue una práctica del gobierno que dirigía junto con Pérez Molina, ella llamó a la Fiscal y más allá de incriminar a Thelma Aldana en algo, se incrimina a sí misma en el delito de tráfico de influencias.
A Pérez y Baldetti parece olvidárseles que fueron ellos quienes colocaron a la actual fiscal al frente del Ministerio Público en un intento por contar con alguien que fuese afín ideológicamente; con lo que no contaban es que la honradez es valiosa, independientemente del sistema de ideas que se profese.
La jefa del MP ha estado a la altura de las circunstancias y hay que reconocerlo. Los ataques contra ella denotan que están dispuestos a hacer lo que sea para salvar el pellejo, así sea temerario o descabellado. Lamentablemente, hay quienes defienden lo inmoral escudados en lo legal y se rasgan las vestiduras exigiendo soberanía y presunción de inocencia. Hipócritas.
Sin la mínima intención de violar la presunción de inocencia podemos decir que la forma de hacer política y gobierno del exbinomio presidencial y muchos de sus operadores dentro del Ejecutivo, no fue prudente, ni antepuso el bien común al suyo particular. Lo ilegal parece saltar a la vista, pero serán los tribunales, los cuales lo establezcan. Inmoral y reprobable, lo fue, sin lugar a dudas son culpables del colapso del Sistema Público de Salud, de olvidarse cínicamente del 52.8 por ciento de guatemaltecos que viven pobreza y pobreza extrema. Son culpables de “distraerse” de la fundamental tarea de reducir el porcentaje de niños que sufrieron desnutrición crónica durante su gobierno (45.5%).
Rescatar el papel de la Fiscal General y el Comisionado Contra la Impunidad en Guatemala es sumamente importante para Tirios y Troyanos, ellos no son comunistas ni exguerrilleros, no están “conspirando” para tomar el poder o destruir el Estado; ambos juristas simplemente están cumpliendo con su mandato en el marco institucional del Estado guatemalteco. La justicia y la lucha contra el abuso de poder y la impunidad deben ser profundamente honradas y desprovistas de tintes ideológicos, nos jugamos el país.
jueves, 23 de junio de 2016
Fueguitos
Dónde están aquellos bríos
y sustancias quemantes
que ardían bajo la piel, dónde,
quedan puros fueguitos que saben apagarse a tiempo:
ahora, cada combustión me calcina...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Pequeña muerte...
Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...

-
Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...
-
Julio Roberto Cáceres, “El Patojo”, compañero militante del Partido Guatemalteco del Trabajo en la época de la Revolución del 44 y la poste...