miércoles, 1 de octubre de 2014

De la imbecilidad y otros demonios...







Viene la imbecilidad envueltita en corazones y mentes pequeñitas, con más morro que sensatez, viven de cuerpos putrefactos que andan sobre dos patas y tienen dos extremidades pero no alcanzan a ser humanos.  Vienen los demonios a alimentarse de los imbéciles, se hartan tanto que les es difícil ser ubicuos y muchas veces se quedan a vivir en ese cuerpo inútil, en ese ser imbécil, lo hacen creer sus propias estupideces y es así hasta el final de sus días: después de haber hecho mucho daño, luego de no haber aportado más que podredumbre.

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