Pos no, ahora, como “chorcha”, pero chorcha que se sabe “sanatevergueador”. Ahora que se tiene un resquicio, una grieta, a meterle una cuña con toda la pasión y el ardor posible, porque ya ha pasado mucho tiempo para andar con medias tintas y pendejadas, ahora a ponerlo todo, no por una candidatura únicamente, sino por lo que se me ha quedado, y se le ha quedado a toda la gente que he conocido y he amado.
Mucho tiempo tuvimos que hablar quedito, compartimentamente, en contactos subversivos, lejos, de noche, a oscuras, escondiéndonos, negándonos a gritar BASTA, a llevar el pelo largo, pircings, tatuajes, pero sobre todo, IDEAS TATUADAS CON FUEGO en el alma, ideas que son peores y mejores que la propia conciencia. Ideas que no nos dejan dormir, ni respirar si no son realizadas con disciplina, cotidianamente y principalmente, si no son realizadas cuando nadie nos ve.
Qué hacer, tomar un fusil, alejarse de lo público y empequeñecer y vivir de quimeras, o tragar sapos, mierda y demases y dar lo último que queda, lo último que quizá sea lo más importante, la esencia de todo nuestra ternura, de todo nuestro amor, de toda nuestra rabia, de todo nuestro veneno.
Yo, y solo yo, decido quedarme, a pesar de cómo me atormentan los besos de nuestros compañeros y compañeras muertas, me quedo a esta quijotada que de ser un fiasco ya sé que me la beberé solo y con aquel gusto del que dice que “cuando la vida es un martirio el suicidio es un deber”, pero que si sale con bien, muchos otros estarán queriendo decir y ser la esencia de la maravilla y acuerpar lo digno y lo rebelde, pues bien, para una y otra cosa estamos en nuestro punto exacto.
Muchá, solo quien ama vuela…y somos los Rebeldes que luchamos contra el Sistema, los que más amamos.
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