http://www.s21.com.gt/itaca/2016/01/29/sabios-chascarrillos La columna de hoy, alguien se las da de sabio con chascarrillos en la intentona de interpretar el papel de un estadista...
¡Sabios chascarrilllos!
La renuncia de la ministra de Comunicaciones es solo una bicoca, vienen
zafarranchos de mayor envergadura, y estos no podrán ser salvados con
la misma displicencia. Respuestas claras en materia de política
económica a la penuria y desventura que vive el sesenta por ciento de la
población, podrían aliviar la tensión social que se viene: pero vaya
alguien a contarle historias a un pobre que no tiene comida para darle a
sus hijos, más que impropio rayaría en lo estúpido, y la respuesta
seguramente vendrá desde las propias vísceras de la miseria.
Toda
vez no se trabaje para resolver la discrepancia entre lo urbano y lo
rural, la diferencia abismal entre grupos con ingresos altos y bajos,
seguiremos teniendo partidos desprovistos de significado y autenticidad,
gobiernos funcionando como gendarmes de la ignominia.
Las
desigualdades entre lo urbano y lo rural se caracterizan por la
oprobiosa y creciente diferencia entre cualquiera de los índices
socialmente relevantes: educación, salud, movilidad social,
productividad e ingreso y participación política, por ejemplo.
¿Cuál es la estructura de nuestro mercado interno? ¿Puede una población
empobrecida acceder a bienes manufacturados de consumo si su nivel es de
subsistencia? ¿Por qué en la ciudad sí se pagan salarios mínimos y en
el campo incluso se deciden salarios mínimos diferenciados? ¿Puede ser
productiva y desarrollarse una sociedad donde una gran parte está
desnutrida, enferma y mal pagada?
Historias, anécdotas, fábulas,
sobran. Como también sobran carencias, corrupción, ineptitud, amiguismo,
“clicas ilustradas con poder”, financistas y tenedores de la razón y la
verdad verdadera. Sobran también eruditos de la “palabra”, de Dios, las
ciencias y el gobierno.
Lo que falta es sensatez en todos los
grupos, lumbreras y caudillos. En pocos días, el aún reluciente gobierno
ha recibido ya varias lecciones. Disminución de pobreza, crecimiento de
empleo y aumento de ingresos: no embelecos. Cuando no se tiene un grado
alto de competencia, instrucción en la Cosa Pública; ni una conducta
prudente o un profundo conocimiento del Estado y la Política: dárselas
de sabio con “chascarrillos” no garantiza los tamaños de estadista.