miércoles, 17 de noviembre de 2010

Tengamos el coraje de decir NO


“En tiempos oscuros llegó un agente de los gobernantes a casa de un hombre que había aprendido a decir no.  El agente reclamó como suyas la casa y la comida del hombre y le planteó: ¿me servirás de criado? El hombre lo acostó en la cama, lo cubrió con una manta, lo vigiló durante el sueño y le obedeció durante siete años.  Jamás dijo una palabra.  Una vez que pasaron los siete años, el agente, que había engordado a fuerza de comer, dormir y dar órdenes, murió.  El hombre lo envolvió en la manta raída, lo arrojó fuera de la casa, limpió la cama, pintó las paredes, suspiró de alivio y respondió: “NO”.  (Las historias del señor Kremer, Berthol Brecht)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pequeña muerte...

Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...