Ese viaje misterioso al que llamamos muerte,
llenito de silencios
vació de presencias,
cuando llega a quien amamos:
nos arranca todo el salitre de las venas.
Duele parir ese adiós.
Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...
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