http://www.s21.com.gt/itaca/2015/09/25/cuesta-enero
La columna de hoy "La cuesta de enero..." La próxima cuesta de enero será durísima para casi todos en Guatemala.
La cuesta de enero...
En enero de 2016, quien ocupe la silla presidencial encontrará un presupuesto que difícilmente le servirá para cumplir promesas de campaña, sea lo que fuere que se apruebe en el Congreso de la República es casi un hecho que el presupuesto será menor al actual.
Las bancadas que no están representadas en la Comisión de Finanzas están moviéndose, pensando ya en la fuerza que tendrán en el próximo período, ya están pensando en quién hará gobierno junto con el Ejecutivo y quienes serán oposición: todos necesitan a quien apedrear o proteger.
Bajarle 20 mil millones de quetzales al Presupuesto de Ingresos y
Egresos de la Nación de un plumazo es una completa irresponsabilidad, no
con el gobierno entrante sino con los usuarios de los servicios del
Estado, con los trabajadores, con la población que los partidos
políticos “dicen” representar. Es claro que se trata de una venganza
política insensata y temeraria, sus alcances pueden ser devastadores.
Se puede vislumbrar una reconfiguración de las instituciones de gobierno a partir del próximo año, así como una optimización del presupuesto: la concentración de temas e instituciones parece ser la salida más lógica y eficiente; gestionar la falta de recursos encierra cierta crisis, cómo lo gestionen los nuevos mandatarios durante “la cuesta de enero” y los siguientes cuatro meses, hará o no viable su gobierno. ¿Quién de los dos contendientes tiene más experiencia para esto?
Faltan cinco semanas para el desenlace electoral, y sería de mucha utilidad para los votantes que los candidatos en contienda expliquen cómo harán para gobernar con pocos recursos, no que hablen de promesas sino de acciones concretas en los ministerios, recuperación de la moral fiscal y la recaudación, y la respuesta a las demandas básicas de la población. Durante más de cinco meses se ha ido formando una presa de demandas sectoriales que les tocará atender con exiguos recursos; para eso habrá que tener claras las ideas, las respuestas y las acciones. Las condiciones de los grupos de presión para incidir en el nuevo gobierno serán inmejorables: la habilidad de los nuevos gobernantes y la madurez del liderazgo social abrirán las puertas del futuro del país o de una crisis grave de gobernabilidad.
Se puede vislumbrar una reconfiguración de las instituciones de gobierno a partir del próximo año, así como una optimización del presupuesto: la concentración de temas e instituciones parece ser la salida más lógica y eficiente; gestionar la falta de recursos encierra cierta crisis, cómo lo gestionen los nuevos mandatarios durante “la cuesta de enero” y los siguientes cuatro meses, hará o no viable su gobierno. ¿Quién de los dos contendientes tiene más experiencia para esto?
Faltan cinco semanas para el desenlace electoral, y sería de mucha utilidad para los votantes que los candidatos en contienda expliquen cómo harán para gobernar con pocos recursos, no que hablen de promesas sino de acciones concretas en los ministerios, recuperación de la moral fiscal y la recaudación, y la respuesta a las demandas básicas de la población. Durante más de cinco meses se ha ido formando una presa de demandas sectoriales que les tocará atender con exiguos recursos; para eso habrá que tener claras las ideas, las respuestas y las acciones. Las condiciones de los grupos de presión para incidir en el nuevo gobierno serán inmejorables: la habilidad de los nuevos gobernantes y la madurez del liderazgo social abrirán las puertas del futuro del país o de una crisis grave de gobernabilidad.
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