Un gigante
empotrado en densa e inmensa prisión de roca metálica
fundida con absolutismos inmemoriales y actuales,
sigue adelante
a pesar de la costumbre entreguista y melancólica
del duro y embrutecido macegual.
Tu corazón hermano,
el mío
y el que juntos sacrificamos, ese es el gigante…
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