Son las 6 de la mañana, y hoy Guatemala amaneció como
siempre, primaveral.
En monitoreo realizado por COVIAL, el transporte extraurbano
de todo el país transitaba por las carreteras escalonadamente, respetando el
horario de salida de cada ruta y empresa, no hubo ningún accidente por
competencia de pasaje, nadie cayó de ninguna camioneta por venir colgando.
Según las autoridades de tránsito, en la ciudad capital las
motocicletas transitaban en carril exclusivo, el trasporte de pasajeros lo
hacía con normalidad sin hacer zigzag, y ningún vehículo particular circulaba
con solo un pasajero. No hubo ningún
atropellado en los pasos de cebra. No
hubo ni un robo de celulares en los semáforos.
Al filo del medio día se dio a conocer que las estadísticas
de femicidio bajaron a “cero”.
Un operativo conjunto multinacional logró neutralizar en
horas de la tarde a las últimas células del crimen organizado y el
narcotráfico.
Las maras por fin se han acogido a la amnistía y dejarán el
delito por su incorporación social y productiva.
En horas de la noche, a pesar de ser viernes y fin de mes,
no hubo ni un solo detenido por conducir ebrio, cada vehículo con briagos
llevaba un conductor designado.
No se reportó el aparecimiento de ningún cadáver con señales
de tortura, con el tiro de gracia, con carteles adheridos al cuerpo. Ningún caso de maltrato infantil ha sido
reportado. El gobierno central informó
quela desnutrición infantil ha sido reducida al mínimo. El ministerio de educación confirma que se ha
eliminado el analfabetismo en todo el territorio nacional. Y el ministerio se
ha anunciado una reforma tributaria justa y equitativa a los ingresos de cada
ciudadano.
Al cierre del día se dio a conocer que el involucramiento de
menores de edad en asesinatos es cosa del pasado. Los niños han abandonado los basureros. Los noticieros son ya caducos, no tienen “sucesos”
que “informar”, “interpretar”, “juzgar”, “exprimir”.
Ante la falta de buenas noticias, bueno, ante la abundancia,
la saturación y el hartazgo de las malas noticias, he aquí mi propio noticiero.