Jugar el juego en el que andamos es como buscar lo sublime en los
fluidos que todos destilamos: se trata de transgredir los límites y dejar que
la sangre ocupe el rostro y los labios y toda nuestra geografía y ponga a
prueba los músculos; especialmente ese que la hace fluir. De lo contrario se
juega a perder amor, a perder.
martes, 4 de junio de 2019
Besando a los muertos
Por hoy, las entelequias quedan lejos
tanto como la cordura,
sin encender ocotes
me voy dando tumbos,
desnudo
y rozando las frías paredes de la realidad hasta hacerme un ovillo
y engañar los sueños soñando que esto es una primavera...
tanto como la cordura,
sin encender ocotes
me voy dando tumbos,
desnudo
y rozando las frías paredes de la realidad hasta hacerme un ovillo
y engañar los sueños soñando que esto es una primavera...
Duele este fuego a propósito
esta mierda repartida con gusto
el embrutecido desprecio de los embrutecidos
la felicidad disfrazada de egoísmo
los orgasmos solitarios
los pedacitos de los pedazos que nos van dejando y cada vez son más pequeños.
esta mierda repartida con gusto
el embrutecido desprecio de los embrutecidos
la felicidad disfrazada de egoísmo
los orgasmos solitarios
los pedacitos de los pedazos que nos van dejando y cada vez son más pequeños.
Beso a los muertos y
aprieto los labios para los demás. (2019)
viernes, 7 de diciembre de 2018
Lenny Kravitz y nuestras madejas
Y puestos a
desmadejar la juventud que cada vez queda más lejos, van quedando tirados los antifaces
y los falos flácidos han encontrado la extraña conexión entre la lucidez, la
belleza y el placer. El tema de dios es cada vez menos complicado, hay muchos
dioses y se acerca morbosamente el poder despejar la incógnita. La Revolución
lo es más que nunca, sin palmaditas en la espalda, en silencio y concreta. No
se trata de poder sino de querer, amar con rabia lo correcto. Las vidas
pasadas, unas queridas y otras no, son fundamento y han enseñado tanto que
sería imposible tanta sonora carcajada sin ellas. Puestos a desmadejar la juventud, hay que
cosas que han cambiado mucho y otras que no cambiaran un ápice, la vocación por
lo imposible, por ejemplo, eso de enamorarse y querer que te quieran. Lo que sí
ha cambiado es que cualquier día llega un Lenny Kravitz y tu sex appeal se va
al carajo, así que no sirve sentirse el centro del mundo o el dueño de nadie.
Una vez un amigo, hermano, me dijo: “estamos hechos de retazos hermano, no
pretendas vestir por completo a alguien, siempre nos falta algo y lo buscamos,
sin malicia y a veces sí, pero somos demasiado imperfectos para tratar de
llenar por completo a alguien”. Y otro me dijo “hermano, compañero, aunque
nunca piense que ya la hizo, los bichos raros como nosotros tienen la batallas
a la vuelta de la esquina, siempre”.
Así que a
seguir desmadejando que todavía falta lo mejor…
Un árbol que pide abrazos
El árbol va
creciendo aún sin la luz que creo le serviría para ser fuerte, va, a veces
cerca otras, sin conciencia del pudridero que le rodea, feliz de tanto amor
(genuino o no), pero va; se pinta las hojas de verde y abraza a los pichones,
trae ese toque que las estrellas nos metieron en la sangre en quien sabe que
planeta y dimensión. Si estás triste o mal, abrázame dice, yo soy un árbol y
cuando abrazas un árbol te sientes mejor: se tumba sobre mí y nos quedamos
amarrados un rato, y sí, uno se siente mejor.
Luego pregunta, de
dónde vienen los abrazos, y le respondo que seguro tiene que ver con el primer
momento de la vida, ese en que salimos desnudos e indefensos y unas manos
delicadas nos toman y cobijan, nos ponen al lado de nuestros padres y pues, nos
abrazan, para protegernos, para decirnos con la piel y el cuerpo, que nos aman,
y entonces, cada vez que quieren demostrarnos amor, nos abrazan; así aprendemos
a abrazar y transmitir lo que llevamos por dentro a quien amamos, sea poco o
mucho, en suma, es puro y verdadero. Ah, por eso me gustan los abrazos y que me
abraces y por eso te curo y me curas.
Pues eso creo.
Luego están las palabras. Si te abrazo y digo que te amo, (interrumpe) “es
maravilloso”, sí, lo es. Te amo. “Y yo a ti”.
lunes, 3 de diciembre de 2018
Portal ajeno
Sentado en un portal ajeno
un correoso padre deja a su hijo jugar con su cabello y su barba tupida
el pequeño sonríe y su coloso también,
sus ojos se ven pequeños
hundidos en un rostro que relata la aventura que tuvieron durante la madrugada
subiendo y bajando Los Cuchumatanes,
al fin llegan de las montañas
cargados con plantas exóticas que le arrancaron a los peñascos,
yacen bajo sus pies
en las gradas del portal
sobre la calle,
esperando ser ntercambiadas por motivos para no migrar;
lo veo
me ve
el pequeño no se da cuenta -sigue jugando con su pelo-
bajo la mirada
siento vergüenza de lo que logro arrancarle a la vida,
cojo fuerzas y levanto mi rostro;
me acaricia con su gesto afable
y ve a su hijo con amor,
ambos sonreímos tímidamente y sentimos lo que cada uno hubiese querido decir al otro.
un correoso padre deja a su hijo jugar con su cabello y su barba tupida
el pequeño sonríe y su coloso también,
sus ojos se ven pequeños
hundidos en un rostro que relata la aventura que tuvieron durante la madrugada
subiendo y bajando Los Cuchumatanes,
al fin llegan de las montañas
cargados con plantas exóticas que le arrancaron a los peñascos,
yacen bajo sus pies
en las gradas del portal
sobre la calle,
esperando ser ntercambiadas por motivos para no migrar;
lo veo
me ve
el pequeño no se da cuenta -sigue jugando con su pelo-
bajo la mirada
siento vergüenza de lo que logro arrancarle a la vida,
cojo fuerzas y levanto mi rostro;
me acaricia con su gesto afable
y ve a su hijo con amor,
ambos sonreímos tímidamente y sentimos lo que cada uno hubiese querido decir al otro.
Él se quedó en ese portal ajeno con su pequeño,
algo se quedó de mi acompañándolos
algo me traje de su mirada
y su sonrisa
que me acompañará.
algo se quedó de mi acompañándolos
algo me traje de su mirada
y su sonrisa
que me acompañará.
La tierra de "dios"
Aquí
el agua explota igual que el cielo
y el calor, acaricia despacioso hecho sudor
los pliegues de cuerpos torneados de otras épocas.
Aquí
la vida sigue más o menos igual
arrostrada al dinero e ignorando su mágico entorno,
surgen caciques
mueren capos
se derrochan infortunios
y uno que otro amasijo de dudosos quetzales.
Aquí
el pan de coco ya no sabe igual
a menos que se coma donde también se cocina pan bon,
a la temperatura correcta, humeante
como el trance entre quienes conectan sus espíritus en busca de libertad.
Cuándo el volcán llega lejos
Los volcanes han llegado lejos
acompañan a las Parlamas en su primer viaje
dibujan en claro oscuro atardeceres donde solo el sol es caleidoscopio: para siempre recuerda el bramar de esa fuerza que nos hace callar y escuchar,
así debe sonar en tu volcán interno
lo que valga la pena seguir y amar.
acompañan a las Parlamas en su primer viaje
dibujan en claro oscuro atardeceres donde solo el sol es caleidoscopio: para siempre recuerda el bramar de esa fuerza que nos hace callar y escuchar,
así debe sonar en tu volcán interno
lo que valga la pena seguir y amar.
Perpetuos, como ese vaiven que hipnotiza,
nuestra presencia en éste atardecer
se quedará para siempre
rondando en unas pupilas serenas
que observan al sol mientras se desliza bajo el agua.
nuestra presencia en éste atardecer
se quedará para siempre
rondando en unas pupilas serenas
que observan al sol mientras se desliza bajo el agua.
Mi bestia interna
Una bestia me ronda las ganas y se lanza violenta contra los silencios y los espacios donde no estás
la calmo con una nueva forma de amar
entiende poco
pero después de una sangrante espera juntos
se lame - me lame - las heridas,
la bestia gruñe y yo suspiro:
ambos te esperamos.
Amorosa reincidencia
Las cicatrices piden más guerra,
tienen memoria
saben de las noches sangrantes
del último aliento
plañidero, sibilante
de un amasijo de sentimientos abandonando como una funda inservible
el cuerpo de quien se creyó cruzado,
las cicatrices adornan pero no siempre enseñan.
tienen memoria
saben de las noches sangrantes
del último aliento
plañidero, sibilante
de un amasijo de sentimientos abandonando como una funda inservible
el cuerpo de quien se creyó cruzado,
las cicatrices adornan pero no siempre enseñan.
Bienvenida sea tu espada...
Volcán celoso
Érase una vez
un coloso saludando un lecho escondido
no se sabía a ciencia cierta quén o quiénes hacán erupción
él
o ellos
pero la piroplastia fluia sin miramientos de recaudos pasados
y nubes lejanas,
hacían que el hermoso gigante se sintiera pequeño
un roce le sonrojaba las faldas
un pequeñito beso lo hacía brillar lleggando la noche
con las entrañas listas
urgentes
los dos
"sin promesas" ni miedos
y así
pasamos la noche redibujando cielos internos
creciendo hasta la mañana siguiente,
el coloso sonrió y tuvo que aceptar que éste magma era su envidia:
yo volcán
tú volcán
inofensivos y gigantes
sin esperanza de erupciones
seguros del fuego que nos incendia y nos hacer querer un poco más del estruendo y el fuego que ese eleva y amenaza con prender el cielo.
lunes, 5 de noviembre de 2018
Viajando con otros ojos y otro corazón
Ir descubriendo que lo que creías bello es tan vulgar como cliché machista
trillado
y proscrito de la palabra bordada con delicadeza y sinuosas idas y venidas por lo desconocido,
lo desconocido que resulta ser un paisaje con infinitos detalles
grandes y pequeños
llorosos y saturados de colores que se van mezclando sin pedir permiso
sin querer agradar a nadie
y al final
detienen la respiración de cualquiera
y hacen olvidar bajo su sencilla y honesta sombra
cualquier vulgar cotidianidad.
trillado
y proscrito de la palabra bordada con delicadeza y sinuosas idas y venidas por lo desconocido,
lo desconocido que resulta ser un paisaje con infinitos detalles
grandes y pequeños
llorosos y saturados de colores que se van mezclando sin pedir permiso
sin querer agradar a nadie
y al final
detienen la respiración de cualquiera
y hacen olvidar bajo su sencilla y honesta sombra
cualquier vulgar cotidianidad.
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