Colaboración para Mundiario.com
http://www.mundiario.com/articulo/a-fondo/jimmy-morales-gano-nadie-habia-hecho-30-anos-democracia-electoral/20151027184447048511.html
En 30 años ningún candidato había
obtenido los votos que alcanzó Jimmy Morales, ante esto es fácil caer en
la tentación de afirmar que la victoria fue brutal, sin embargo solo el
36.4% de los guatemaltecos empadronados votó por él.
Los números son claros y contundentes, Jimmy Morales ganó como ningún
candidato presidencial lo había hecho en 30 años de democracia
electoral. Los centros urbanos dictaron la sentencia contra Sandra
Torres y salieron a votar, la Guatemala rural no se movió, los más de
250 alcaldes que mostraron su apoyo a la Unidad Nacional de la
Esperanza, se despreocuparon y el resultado fue desastroso para la
candidata uneista, más no para ellos.
Así las cosas, se confirma que la disciplina de partido no existió en
la UNE, muestra clara de que los partidos del sistema de partidos en
Guatemala son franquicias pero no verdaderas organizaciones políticas.
En contrapartida, voluntariamente, la clase media urbana se movilizó y
votó en contra de Sandra y en contra de los políticos “tradicionales”.
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Joseph
de Maistre, teórico político y filósofo, acuñó la frase “Cada nación
tiene el gobierno que se merece”, esto se volvió adagio popular miope y
simplista, el ultraconservador Maistre, quien se opuso a las ideas de
la Ilustración y la Revolución francesa, no imaginó el alcance que
tendría su afirmación hecha en 1814 en su obra "Ensayo sobre el
principio generador de las constituciones políticas”. Encierra esa
simple frase un brutal conformismo y desapego de la política, quienes la
utilizan no se dan cuenta que están hablando de ellos mismos pero
culpando a otros.
Habrá que analizar por qué vota la gente por tal o cual candidato,
qué circunstancias rodean una elección, cuáles los intereses de quienes
conducen la masa de votantes. Para el caso de Guatemala, la penúltima
fase del libreto ha sido ejecutada exitosamente. La primera fue
encontrar al candidato perfecto dentro de la tormenta perfecta, la
segunda, aprovecharse de la mala reputación de los políticos y el
hartazgo de la clase media urbana (la expuesta brutalmente a los mass
media), la tercera, dejar a la vera del camino a Manuel Baldizón
(víctima de sí mismo y de alguien más…), la cuarta, derrotar a Sandra
Torres.
¿Qué dictará el guion en su última fase? Pronto lo sabremos. Sin embargo, seguiremos sin saber quién ha urdido el plan.
El porcentaje de Morales no logra
superar a las personas que no fueron a votar en segunda vuelta, más de
tres millones de guatemaltecos se quedaron en casa. Paradójicamente
aumentó el abstencionismo y los votos del ganador.
Más allá del tema de la representación y la fácil respuesta “el
representante no lo es del grupo concreto que lo eligió, sino de la
nación en su conjunto” (Ricardo L. Chueca, p. 182), es necesario
cuestionarnos seriamente cómo está construido nuestro Sistema Electoral y
la representación política. Sin querer satisfacer los intereses
particulares, sino los colectivos, los de Nación, debemos preguntarnos
cuáles son esos intereses comunes de los guatemaltecos y si son
verdaderamente representados por quienes resultan elegidos o somos
víctimas de una puesta en escena que nos reduce a la maravillosa
inacción ciudadana que tanto gusta a los liberales, y se nos activa para
defender el statu quo cuando se ve amenazada la conveniente
institucionalidad que mantiene esta cuasi segregación rural en pleno
siglo xxi.
De momento, el ciudadano urbano dio la victoria a Jimmy Morales con
67.44% de los votos, contra un 32.56% de Sandra Torres. Sin embargo hay
que hacer notar que el porcentaje de Morales no logra superar a las
personas que no fueron a votar en segunda vuelta, más de tres millones
de guatemaltecos se quedaron en casa. Paradójicamente aumentó el
abstencionismo y los votos del ganador.
Es fácil caer en la tentación de afirmar que la victoria del partido
FCN Nación, fue brutal y abrumadora, sin embargo solo el 35% de los
guatemaltecos empadronados votaron por ellos. ¿Cuán representativo de
la Nación es ese porcentaje? La elección fue legítima pero dista mucho
de ser representativa. Somos un país escindido que necesita ser
unificado en ciudadanos verdaderamente representados, para esto es
imperativo cambiar el sistema de partidos políticos y el régimen, de lo
contrario la división entre los ciudadanos de tercera categoría de lo
rural y los de primera en lo urbano, seguirá alimentando la mezquina
maquinaria electoral que sostiene el hiperpresidencialismo que no ha
resuelto los problemas de fondo del país.
Por nuestro origen, por nuestra cultura, por nuestra composición,
debemos empezar a considerar al parlamentarismo democrático como una
propuesta para reducir las asimetrías en cuanto a representación de una
Nación con ciudadanos que no son homogéneos en idioma, etnia y gozo de
sus derechos económicos, políticos y sociales; y donde las supuestas
mayorías no puedan vulnerar derechos de los ciudadanos en supuesta
minoría.
Mientras tanto, ojalá el Presidente electo sea exitoso gestionando crisis y nuestro imperfecto régimen.