viernes, 10 de septiembre de 2021
Víctor Hugo
sábado, 4 de septiembre de 2021
Motivos para incendiarlo todo
Hace
doscientos años quizá hubiese escrito sobre la rebeldía. Hace quinientos años,
también. Hoy, no sé, hoy, toca escribir sobre la memoria y hacer recuento de
las veces que debimos ser rebeldes. Mañana, si nos enamoramos en serio de la tierra que nos nutre y la sangre que nos une, quizá podamos escribir sobre otra cosa que no sean motivos para incendiarlo todo.
viernes, 3 de septiembre de 2021
La textura de tu olor
Sin marquesina ni neón
ni abrazos perennes
o vocación,
en tiempos raros
un fugaz roce es suficiente para un certero pinchazo a medio pecho de cuando en cuando,
inesperadamente rocambolesco
y sin virreinatos en el vasto territorio de los quereres,
en la escala del amor
me trepo a lo más alto de tu inasequible compañía
y me lanzo tras la textura de tu olor.
Los charlatanes y el eco de la rebeldía
Iba tan rápido y fuerte que se escuchó explotar su corazón
antes de chocar contra los límites acartonados de los gurús del egoísmo y el engaño:
un segundo después su palpitar sólo era eco de rebeldía.
Buscándonos entre gritos y banderas
Reñidas son las batallas
de las fuerzas que nos redimen
y bruñidas
en nuestra breve existencia
las caricias de lo sublime.
Ciegos de plumas
gritos y banderas
aunque se derramen, no encontramos tinteros,
gaznates, ni a los rebeldes de esta era.
En la hora buena,
estaremos
con nuestros ruidosos fantasmas,
como siempre
buscándonos entre las multitudes.
miércoles, 2 de junio de 2021
Más allá del bien y del mal
Si estás más allá del bien y el mal y nunca te ha partido el alma un rayo
ni la espalda se te ha pegado al espinazo
sé feliz sin que el dolor ajeno te incomode.
La ilusión del arcoíris
precisa de una realidad que se derrama
a unos hace felices y a otros
los deja sin cosecha
la ilusión de la libertad
precisa de sentirse a gusto con lo que eres y tienes
a unos complace su hedonismo
a la mayoría no.
El desprecio es un camino seguro al desamor.
lunes, 31 de mayo de 2021
Sísifo y nosotros
Créeme cuando te digo que el tiempo se detiene con tus pasos
que se acomodan los bártulos en el alma viéndote a los ojos
que ha valido la pena tanto naufragio y recalar en tu playa
que ya no importan tanto las certezas sino cada beso y abrazo y muerte entre tus brazos,
que son los últimos
y ese es el final más bello.
Créeme cuando te digo que este amor ni es absurdo ni es castigo ni caerá al llegar a la cima
Sísifo puede seguir en lo suyo
y nosotros en lo nuestro.
Créeme.
al llegar a la cima
lo único que sucederá
es que nos derramaremos...
Poema litoral
Ese arte de la espuma
de la textura perfecta
del olor adecuado
de reconocer el peor de los alfaques
del viento de agua
de nadar contra corriente
de abrir los ojos debajo de la sal
del frío de un río al calor del mar
del ritmo inexplicable en la sangre:
es un poema de litoral.
Amor aparejado...
Otras vidas lejos del suspiro
del caracoleo hermoso que antecede a un beso
del disfrute lejano
del olvido de lo que sea para acordarse de uno mismo
de estancos en el corazón y el gusto y la razón
de piras para el amor romántico
de añoranzas extinguibles a modo
de puertas cerradas
a la fragilidad y al miedo a todo.
Que alguien me diga cómo se vive así,
porque no logro hacer marchar mis ojos y mirada
y sangre y latidos
el compás del aire que respiro
la disonancia
y ese gusto por la vida
que sin complicidad es simple altanería
que con amor aparejado;
es franca y
alegre rebeldía.
lunes, 24 de mayo de 2021
Las alforjas
Para cuando la pequeñez y la vileza vinieran
en las alforjas llevaba días de lluvia caminando entre senderos y sonrisas que los Saraguates reclamaban guturalmente
para cuando la ingratitud y la injusticia vinieran
en las alforjas llevaba silencios amorosos
lecciones sin reflectores
y un nudo en la garganta hecho de pura ternura
para cuando la lambisconería o el abuso de un lomo joven vinieran
en las alforjas llevaba la sencillez de la gente que vale la pena y le llenaron las alforjas… y lo que se lleva en las alforjas sirve para seguir.
Pequeña muerte...
Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...

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Este trópico está lleno de gente enamorada desmemoriada un día subimos a las nubes sobre el mar y al día siguiente nos hacemos...
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Julio Roberto Cáceres, “El Patojo”, compañero militante del Partido Guatemalteco del Trabajo en la época de la Revolución del 44 y la poste...