Yo enamorado de lo que tus dedos
arrancan
y ella,
sin entender tus acordes.
Tanto tiempo con la fumarolas y al fin el fuego asoma
ahora a cada estruendo lo acompaña el magma de aquello que bullía y se ocultaba muy profundo en el corazón del volcán.
Vaya forma de extinguirse…
He contemplado tu paisaje
tu geografía
tus fuentes
la lava de tus volcanes
tus frutos maduros,
ha sido hermoso:
los músculos destrozados, la sed aplacada, la lengua abrasada, la boca escurriendo tus néctares, tenerte viva en los sentidos
no se compara con solo observarte de cuando en cuando.
Tu paisaje es hermoso, abrazarlo
cura de espejismos
enamora.
Morirse de hambre
tener en la memoria el olor y el sabor de aquel bocado
babear pensándolo
comerse los recuerdos
la punta de los dedos
el alma
y morirse de hambre:
así se muere de ti.
Aquí hay llovido muchas veces, muchas
tantas
que no alcanzan nuestros cuerpos a tanto empapo:
de sangre
de olvido
de mañana sin nosotros
de nosotros sin presente.
Querer repetir la belleza que nos asombra
se vuelve
una obsesión hermosa,
buscando a
diario el retoño
la flor
el aroma,
buscando la
temperatura y la humedad adecuada para el color y la forma:
ambrosia de
los sentidos.
Quizás sea
una buena manera de terminar el camino.
Repetir el paisaje es tanto como querer repetir eso que me embriaga de ti cuando estamos juntos y me dejas navegarte.
Vamos
a corazón desnudo
sin que nadie nos diga dónde está el el clítoris o el glande o la razón del mundo
y de nosotros mismos.
A corazón desnudo
como aprendí contigo
después de encontramos
dándonos los retazos de lo que se podía ver entre nuestras costuras
eso que se oculta
que se prohíbe
que se profana por primera vez, a contramano de los clichés
y no hay Pacaya que explote más fuerte
ni Lembert que sea más frío.
Así es la vida, ensayos y errores
éxtasis y faltantes.
A corazón desnudo te digo,
este ensayo: enseña sobre fuegos y deshielos.
Este lugar es raro
este donde
estás y no estás
desde las
palabras te quiero hasta las palabras que nunca brotarán
es raro
este lugar
al principio era un torbellino
un alfaque
una reventazón
del Usumacinta
es raro
como eso de
ser eterna primavera y no se sepa si lloverá
habrá frío
o el sopor rendirá nuestros cuerpos
raro, como
la libertad en una tierra con esclavos que lo ignoran
raro, como
la oscuridad que invita a lo desconocido o a los hoyos más profundos
raro, como
un beso que se cae entre dos abismos: tu boca y la mía.
Amo tu flor y acepto tus cardos, solo ten cuidado con ellos, dije. Y bueno, he descubierto que no soy bueno para decir te quiero.
En el delta que forman tus riachuelos florece lo que se me antoja para esta esquina: ideas cómplices sonrisas y la certeza de no pertenecernos mientras nos queremos.
Cada vez que así muero renazco limpio, en paz: pleno. Y para seguir viendo a los ojos a enemigos, traidores y estultos, escojo morir un ...