Reproducirse calladamente, hasta
alcanzar números que llenan casi cualquier lugar del país. Hacer lo suyo más calladamente, hasta el
punto de ser parte del paisaje sin despertar la mínima sospecha. En síntesis, capaz de una obicua peligrosidad
y no una pedante y aborrecida presencia.
domingo, 8 de julio de 2012
miércoles, 6 de junio de 2012
Luciérnagas
Lampyris noctiluca, coleóptero
con luz propia, ya quisieran algunos homínidos poder emular a esta pequeña
hermosa.
Los hay parlanchines, ilustrados,
verborréicos, profesionales del discurso, de la puesta en escena: pero en
definitiva ágrafos en la sustancia, en el saber hacer con tino y con
conciencia, ignorantes del suelo que yace bajo sus plantas. Lo único que logran es apagarse y oscurecer
su entorno.
miércoles, 16 de mayo de 2012
Diario de la necedad 1...
Miradas, actitudes, costumbres: serviles todas. El primer fuego fue apagado con más fuego; el infernal aliento de Lucifer apagó la tímida llamita.
Qué pasará cuando se le acabe la lumbre, qué cuando no tenga almas que aviven las llamas. O de cierto pasará que siempre habrán despojos que se lanzan y que lanzan a otros. O pasará que los pobres diablos necesitan inmolarse una y otra, y otra, y otra vez para sentir un poco de calor en su alma limosnera. Para sentirse luz que alumbra mientras arde su leñoso cuerpo. Inevitablemente serán cenizas.
martes, 8 de mayo de 2012
nuestra neandertal manera de sobrevivir...
Escojan el tema y pregunten, puede ser sobre crianza, el papel de la mujer, cuándo ir al doctor, educación, racismo, violencia en la calle y en la familia, y muchos otros temas, pregunten qué hacer: las respuestas los dejarán fríos.
Se da uno cuenta que la descomposición que vivimos hoy día no es ninguna casualidad. Si en nuestros círculos cercanos y en lo nos tan cercanos se comparten ideas como: “a los bebés no hay que darles pacha en la madrugada, tienen que aprender a dormir de corrido”, “es normal que se caigan de la cama”; “los doctores no saben”, “las mujeres abusan con eso del género”, “a mi hijo le enseñe a pegar primero: en la nariz, pa que sangre”, “los indios no cambian”, “los maestros ya no pueden castigar ni pegar, eso de los derechos del niño jodió todo”, “un par de pescozadas a tiempo no le hacen mal a nadie, todo lo contrario”.
Y así podríamos llegar hasta el infinito y más allá. La base misma de todo esto es la ignorancia craza, el privilegio de la violencia sobre el respeto y la paz, y cuando digo violencia no me refiero a la física, ese es el último escalón; hablo de violencia verbal, psicológica, social. Hablo del abuso que cometemos en contra de los más vulnerables.
Si no te corres para atrás en la camioneta, te corre el brocha: de la manera que sea. Se enoja con vos la gente que no puede subirse y viajar colgada, por supuesto, se encabrona el chofer porque no puede cobrar más pasaje. Si tu hijo no aprende a golpear primero, lo abusarán, será débil, poco hombre: le costará conseguir un puesto en la sociedad. Si la mujer se revela y quiere igualdad de derechos y obligaciones en la casa, en el trabajo, en la sociedad; es lesbiana o una puta por querer coger igual que los hombres; como los "gauchitos": como sea, donde sea, como quiera y con quien quiera.
Valgan estos ejemplos para decir que la superestructura está plagada de inequidad, embrutecimiento y violencia. Nuestra patria camina de la mano de concepciones jurídicas, morales, estéticas, religiosas, etc., que alimentan el salvajismo, lo incivilizado; la desigualdad, la violencia y el aprovechamiento del prójimo.
Nuestra conciencia produce un sistema de ideas que no nos deja alcanzar la paz. Aunque parezca trasnochado: tenemos que revolucionar al país. Instituciones, ideas y relaciones entre base y superestructura. Lo que tenemos hoy día es una cadena de arrastre perfecta para quienes viven de nuestra neandertal manera de sobrevivir.
viernes, 27 de abril de 2012
Perdón hijo, perdón.
No puedo verte a los ojos sin sentir vergüenza, me falló el cálculo, me están quedando grandes los sueños, que vil y bajo me siento, y si sonríes es peor, me mata tu inocencia, tu pureza, tu libertad.
Perdóname hijo por no encajar en este mundo, por estar equivocado, por no ser como todos, por no hacer lo que todos. Te pido perdón porque son momentos difíciles y serán peores, y yo, yo seguiré siendo el mismo terco y obcecado que quiere cambiar el mundo, darte lo mejor de manera honrada y hacer que valga más la ternura que la vileza.
Perdón porque no entiendo eso de la deuda política, no entiendo por qué se ensañan, no entiendo por queé no dicen la verdad, por qué muchos sonríen y traicionan, extienden la mano para halarte y clavarte un puñal en la sien, se arrastran como reptiles y te muerden en lo oscuro de sus posiciones, hacen la pantomima del sacrificado, abnegado y autentico salvador del pueblo, y no son más que hipócritas y cretinos hombres grises, mujeres grises.
Me apena mi suerte, tu hambre y tu frío, pero aún con el llanto en los ojos y un nudo en la garganta, no puedo dejar de pensar en los más, en los que votan, en los que votarán, en los que pagan, en los que pagarán, en los que engañaron en los que engañaran. Los “más” con hambre de siempre, con ojos como los tuyos viéndolos desde siempre; y casi seguro estoy, para siempre.
Perdón hijo, perdón.
lunes, 23 de abril de 2012
Con los libros aprendés a que lo que digas de vos lo decís de los demás...
Los libros, los libros, los abrís y nunca más volvés a ser el mismo.
El amor por ellos es como todos los amores, al principio, los primeros libros, causan emoción, placer, ansiedad, luego te vas curtiendo un poco y te volvés más selectivo, las explosiones dentro tuyo al leer, son controladas. Al final, ya es un acto elegante, desprovisto de pueriles deseos, con paciencia y sencillez; se camina, se llega a las entrañas de cada historia, de cada personaje. Hasta se disfruta regresar unas cuantas páginas para releer un vericueto, no es preciso terminar rápido, mejor si no termina. Las últimas hojas van despacio, lento, casi estirando cada párrafo, cada página.
Hay personajes que nos acompañaran siempre, de cuando en cuando los vemos por la calle y sonreímos tontamente, solo nosotros sabemos que acabamos ver al mismísimo Harry de Hesse, siendo distinto, encontrando puertas extrañas, puertas que nos llevan a teatros mágicos, puertas que nos hacen dejar tras nosotros “este teatro trágico que es la patria”.
Otras, el viejo Santiago se nos planta despacito frente a nuestros minúsculos problemas, y nos damos cuenta que es bueno tener “suerte”, pero lo mejor es estar preparado. Habrá estado preparado Hemingway en esa hora mortalmente suya, solo él lo supo.
Y qué decir de los hombres grises de Michel Ende, que envida de Momo, tanta falta que nos hace por estos días su inocencia y su sencilla manera de hacer que nos entendamos, su sencilla manera de “escuchar”. O deplano mejor recurrimos a Nietzche y empezamos de una buena vez a vivir sin miedo, sin Dios, en paz.
El puño de Dios no existió, pero igual se invadió Irak. Esta vez los “Chacales” de Forsyth fulminaron a su objetivo.
Valentín Trueba ya no vaga por el Petén, pero de cuando en cuando se ve a un compa que se le parece y cuenta historias de lagartos, inundaciones y leones peteneros. Otto René nos grita a la cara en cada pie descalzo, en cada actitud servil inoculada en la sangre de nuestros hermanos.
Con los libros aprendés a que lo que digas de vos lo decís de los demás, porque ellos tienen lo que vos y cada átomo de nuestro cuerpo es de todos también, así lo dice Whitman y según yo no se equivocó. En fin, los libros, los libros, los abrís y nunca volvés a ser el mismo.
lunes, 9 de abril de 2012
La estúpida reincidencia está rondando siempre el corazón.
Cuando dos soñadores se encuentran, empieza todo, cuando los sueños quedan lejos, todo termina en un incomodo silencio. Se parece a las eternas historias de encuentros y desencuentros, de amores y desamores en la izquierda guatemalteca. Nos encontramos, nos enamoramos, no sabemos pelear juntos, nos peleamos, nos distanciamos, nos reencontramos y vuelta a empezar.
Mientras dura siempre es hermoso, las buenas intenciones, las consignas y los sueños revolotean en cada paso, en cada idea, en cada mesa y sobremesa. Luego nos vamos perdiendo en pequeñitas batallas, que son las únicas en las que salimos victoriosos, en pequeñitas batallas que nos alimentan diariamente: aunque el límite sea el cielo.
Silencio no significa estatismo, estar callado pensando en los otros no significa dejar de respirar, pero igual se siente como si todo se hubiera parado por un momento largo, el dolor duele más, los sollozos son más limpios y la estúpida reincidencia está rondando siempre el corazón.
sábado, 7 de abril de 2012
"El que no está conmigo está contra mí"
Pst, pst, dicen que sos el hijo de Dios, que mañana resucitás, yo que vos lo pensaba dos veces... Los que dicen ser tus seguidores pecan de lo lindo y luego ponen cara de arrepentimiento, pero es puro cinismo. La mayoría de tus "apóstoles" viven en sentido contrario, la pobreza y el amor al prójimo, les importa tanto como conservarse célibes.
Los políticos te nombran, y bueno, según los entendidos, blasfeman, porque es en vano que te invocan. Te usan, como usan a cualquiera. Los padres de familia casi te ponen en la misma categoría que el Cuco, nada más que pa asustar a los chilpayates. Los estafadores se rellenan el ego y los bolsillos con sendos montajes, son “super stars” de la fe.
Los líderes mundiales se cuidan de mencionarte apropiadamente, según la cultura del país al que invaden o saquean. Los que son menos hipócritas dicen que Calvino les dio permiso pa hacer pisto, los que no, todo lo dejan en el dogma y los pelendengues del Santo Padre. (Dicho sea de paso, te paso el chisme que este último, el Pastor Alemán, no puede competir con el simpático de Karol).
Te rezan los asesinos, te rezan los familiares de las víctimas, te rezan los mentirosos, te rezan los canallas, te rezan los genocidas, te rezan los judas, ahora también fariseos te rezan, partidarios de Herodes, pero los que más, los partidarios de Pilatos. Dijiste alguna vez: "El que no está conmigo está contra mí" (Mt 12, 30), pues aunque te digan lo contrario, la respuesta a tu absolutismo es absoluta, están contra vos.
Así que ya ves, la cosa está como pa diluvio nuevamente. Mejor sería quitarle "la vida eterna" de la cabeza a la masa, la salvación, la culpa, el mesianismo: te aseguro que sin licencia para ser hipócritas, todo marcharía mejor.
lunes, 2 de abril de 2012
Vida, estamos bien lejos de estar en paz.
Vida, estamos bien lejos de estar en paz. Y sí, se cosecha lo que se siembra, sobre todo cuando se siembran buenas intenciones y lo que se recoge son realidades.
Falta mucho todavía, pero la incertidumbre, la puta y “acicateante” incertidumbre de las cosechas futuras, de las siembras de ahora. De saber si las semillas que tenemos entre manos son las mejores. La incertidumbre de lo inexorable, de la noria en la que suelen venir los minutos y las horas, los días y la propia vida.
No estoy cerca de mi ocaso, de mi final, eso nunca se sabe en este país; la cosa es que no te bendigo, pero tampoco te maldigo, la vida es lo que es y vos, pues me has dejado calzarte de la forma que yo he querido. De esperanzas ni hablemos, menos de unidades o cuestiones nacionales, esas esperanzas nacieron muertas, las parieron mentes obtusas, pequeñitas y sin paz.
Trabajos, variados y tupidos, siempre edificantes, siempre aventuras extraordinarias. Aunque se les antojó entrar en receso por estas fechas. Penas, pos merecidas unas y otras también. Este rudo camino que suele ser el de la mayoría de los chapines, ha sido lindo, jodido, bravo, grande, colorido, crudo, emocionante, pero el mayor esfuerzo se ha invertido en andar haciendo trochas por no ser nosotros los arquitectos de nuestro destino.
Amando estoy, amando estaré, amando me iré. Vida, estamos bien lejos de estar en paz.
sábado, 31 de marzo de 2012
Una Nova
Una Nova está a punto de
estallar dentro de mí,
pero hay cosas más importantes que una estrella de dolor
ya lloraré
cuando el universo haya parido otras estrellas.
sábado, 24 de marzo de 2012
Aquí todos somos nadie.
Aquí todos somos nadie,
cualquier imbécil tiene pico de
oro
y la vida vale menos de un
centavo.
Aquí, estamos y no en el nuevo
siglo,
consumimos como en cualquier
parte del mundo
y pocas partes del mundo se nos
parecen en tragedia humana y desvergüenza.
Aquí nos callamos todo lo que nos
gritan nuestros hermanos;
las tripas vacías,
las tripas vaciadas,
las tripas de fuera,
las tripas rebosantes de mierda
cara.
Aquí, el que disiente no es
minoría
es porquería,
y hay que hundirlo en la
marginalidad
no vaya a ser que los “nadie”
también quieran disentir.
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